Habiendo crecido en un Puerto Rico hostil, homofóbico, plagado por una religiosidad popular que fomenta la humillación y el odio público y abierto anti-gay, estoy inspirado a las lágrimas por el discurso histórico, harto y encabronado de la Honorable Mari Tere Gonzalez que inspiró la aprobación de Proyecto del Senado 238, en contra del discrimen contra las minorías sexuales.
Soy terrícola, secularista y humanista.