Título original: Housebound
Año: 2014
Duración: 109 min.
País: Nueva Zelanda
Director: Gerard Johnstone
Guión: Gerard Johnstone
Música: Mahuia Bridgman-Cooper
Fotografía: Simon Riera
Reparto: Morgana O'Reilly, Rima Te Wiata, Glen-Paul Waru, Cameron Rhodes, Millen Baird, Ross Harper, Bruce Hopkins, Ryan Lampp, Ian Mune, Wallace Chapman
Productora: Luke Sharpe
Si uno descubriera que la casa donde vive está encantada, su primer impulso sería mudarse. Pero, ¿qué ocurre si la ley te impide abandonar el hogar? Eso es lo que le sucede a Kylie, una delincuente temperamental que cumple su sentencia en arresto domiciliario, compartiendo penurias, escalofríos y risas con su madre y con un espíritu de lo más molesto.
Desde la otra punta del planeta, Nueva Zelanda, el debut en la gran pantalla de Gerard Johnstone, el director de la teleserie The Jaquie Brown Diaries, nos presenta un guión escrito en clave de comedia. Y lo hace con instrucciones precisas que usa todos los tópicos del subgénero de casas encantadas, pero con la inteligencia y la documentación necesaria, haciendo del resultado final algo tan dinámico como divertido.
Rompiendo su esquema inicial, la película decide evolucionar. A mitad de la historia, el guión abandona lo paranormal para dar paso a lo puramente racional. Con este golpe de efecto, la película se convierte en un gran homenaje, sin abandonar lo cómico del asunto, a los serial killers y las películas de crímenes. Encaminada por dichos senderos criminológicos, el film desemboca en un desenlace donde el descacharrante nivel de humor con el que da comienzo aumenta ponderadamente, hasta el punto de la más absoluta risión.
La interpretación de los actores goza de la solvencia y la credibilidad suficiente en todo momento. De los cuales, podemos destacar el papel de Miriam y Kylie, madre e hija, interpretadas por Morgana O'Reilly y Rima Te Wiata, respectivamente. Ambas, vienen del mundo de las teleseries y de algunas TV movies, pero están espléndidas en su papel.
Sin olvidar a los secundarios como Dennis, el psiquiatra de Kylie, interpretado por Cameron Rhodes, al que vimos hacer un cameo como hobbit en ESLDA: La Comunidad del Anillo. Y Eugene, interpretado por Ryan Lampp, éste es enorme. Ambos tienen una labor muy importante en el desenlace de la historia y están esplendidos, aún siendo secundarios al principio.
La parte sonora de la película está muy bien elaborada, que sí, que usa los trucos básicos del volumen alto para asustar al espectador, aunque sea una comedia, lo intenta. Los sustos en la primera parte de la película, la paranormal, tiene algunos sobresaltos bien buscados. Eso no quita que todo sea muy evidente, los crujidos, los pasos y los ruidos ambientales que parecen hacer cobrar vida a la casa y creer en la presencia de un ser ectoplasmático dentro de la casa.
La banda sonora merece también un reconocimiento. Como punto negativo a mencionar, quizás, la partitura suena demasiado apabullante en el segundo tramo de película. Pero hay que reconocer que la composición del violinista Mahuia Bridgman-Cooper, ejerce el efecto preciso y justamente necesario en las escenas en las que se aúna el terror y la comedia en la proporción justa, predominando la comedia, por supuesto.
Una de mis apuestas personales de esta 47ª edición del Festival de Sitges, fue Housebound. No me pesa decir que ha salido vencedora en mi lista de visionados casi obligatorios, toda una gratificación a los madrugones diarios.
Puntuación
Publicado por
Machete
en
miércoles, octubre 08, 2014
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Etiquetas:
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Ayer era un hombre decente viviendo una vida decente. Ahora es un brutal salvaje que debe masacrar para mantenerse vivo.