Sin inspiración es difícil ser creativo. El tiempo pasa a cuenta gotas y la musa no quiere pasarse por tu taller, por tu cuaderno, tu ordenador o tu lienzo. Miras fijamente aquel espacio dónde debería formarse una obra de arte (o simplemente tu próximo ensayo) y nada. Al cabo de demasiado tiempo decides que hoy no es tu día. Resignada intentas consolarte con la idea de que a lo mejor la inspiración vendrá mañana.
Aunque, si no ha venido hoy, ¿por qué te vendrá a visitar mañana? ¿Qué harás diferente? ¿Cómo puedes convencer a las musas que te den el beso de la creatividad?
Es más fácil de lo que piensas. Y más incómodo también. Escribir se aprende escribiendo, pintar se mejora pintando, las mejores esculturas se hacen después de un grande número de esculturas no tan buenas y tus mejores resultados las tendrás basado en tu experiencia.
Y para ello tienes que actuar. Tienes que actuar a pesar de que no estés inspirada, a pesar de Facebook, a pesar de que te queda un montón de tiempo, a pesar de que el resultado no será tan perfecto como te lo imaginabas, a pesar del miedo de fracasar.
Tienes que actuar a pesar de que no estés inspirada, a pesar del miedo de fracasar.Dicen que hasta el viaje más largo empieza con el primer paso. Y además, sin el primer paso te quedas en casa.
Por cierto, a mi también me pasa, lo de la falta de inspiración. Hasta que un día me canse y le dije muy educadamente a mi inspiración de que estaba bienvenida, pero que no la iba a esperar. Que siempre se podía incorporar más tarde si le apetecía, pero que no iba a permitir que un personaje tan poco fiable y tan… impuntual! me aguara la fiesta. Y curiosamente, con estas reglas, empezó a hacerme caso:
Elimina las distracciones
El mejor lugar para escribir es un café sin conexión a internet. La alternativa es cerrar el navegador y la aplicación de email, eliminar todos los papeles de la mesa, poner el documento de texto en pantalla completa y concentrarme únicamente en esta tarea. Si no hay nada más que hacer, algo escribiré. Algo que quizás requiera que lo mejore posteriormente, pero será una base.
Ponte una hora límite no-negociable
Otra persona está pendiente de tu creación. El concurso se cierra esta tarde a las 18h. Esto tiene que salir antes de que te vayas de viaje por un fin de semana. Es impresionante lo que se apura la señorita inspiración cuando aprieta el tiempo. Es que ella tampoco quiere quedar mal. ¡Aprovéchalo!
Siempre puedes hacer algo que no te apetece
Nadie te obliga terminar esta pieza hoy. Si lo prefieres puedes organizar el papeleo de los impuestos desde 2003. O limpiar el baño. O llamar a la compañía eléctrica para cambiar de contrato. ¿A qué ahora estás deseando de seguir con tu proyecto creativo?
Registra las ideas cuando las tienes
Yo creo que mi inspiración vive en la ducha. Ahí se esconde hasta que decido ducharme, y entonces las ideas caen como gotas de lluvia, abundantes y a la vez fortuitos, porque si no los registro de inmediato, desaparecen. Así que tengo una lista con ideas y cuando realmente no se me ocurre nada, esta lista me sirve de punto de partida.
No esperes que venga la inspiración. Invítala, y si no viene, empieza sin ella. Que por suerte es muy curiosa y vendrá mientras trabajas, cuando menos te la esperas.