Investigadores de Escocia, Inglaterra, Francia, Japón y Estados Unidos están buscando lo que los científicos llaman el "oro rojo", un sustituto de la sangre humana. El proyecto llevado a cabo por las universidades de Glasgow, Heriot-Watt, Edimburgo y Dundee, no intenta desarrollar sangre artificial, sino glóbulos rojos a partir de células madres embrionarias. La estrategia de la investigación es "engañar" a estas células para que se conviertan en sangre. Esto se logra sometiéndolas a múltiples etapas de diferenciación y maduración. Una vez que se logra convertir a las células madre en glóbulos rojos se debe continuar multiplicándolas para poder obtener cantidades grandes de estas células. Los investigadores subrayan que todavía falta al menos una década para poder disponer en la clínica de un sustituto sanguíneo producido a escala industrial. Por el momento, el principal desafío es encontrar la mejor forma de producción de glóbulos rojos de buena calidad.
Sin embargo esta Huella de Carbono per capita puede servir de referencia aunque muy limitada, por lo que sería mejor analizar datos que confronten para cada territorio el porcentaje de la población total que reside en ellos y el peso total dentro del conjunto de emisiones de GEI registradas en la provincia de Almería. Es lo que hace esta segunda gráfica:
La óptica cambia de una forma importante en esta segunda gráfica. Ahora se trata de destacar los territorios que aporten al total provincial un porcentaje de emisiones de GEI superior a su porcentaje sobre la población total.
Es el caso de la comarca del Levante de Almería, que con un 13% de la población total aporta el 21% de las emisiones, siendo el territorio que más diferencia entre ambos porcentajes muestra. En el resto de territorios la diferencia no llega a superar el 2% por lo que no puede hablarse de una gran des-compensación entre el peso poblacional y su peso dentro de las emisiones de GEI.
A la inversa ocurre algo similar, tan sólo el municipio de Almería y Roquetas de Mar muestran unas diferencias superiores a un 2%, que en su caso alcanzan casi el 9% y el 3 % respectivamente.
Por lo que vemos, es difícil señalar un patrón que determine las características de los territorios con menor Huella de -Carbono per capita, al menos a partir de los datos globales que hemos analizado, como es aventurado señalar cuales son los territorios más o menos sostenibles en base a estos datos, máxime cuando en los mismos entran en juego diferentes variables.
Por tanto, a través de diferentes ópticas intentaremos descifrar que hay detrás de estos datos y que circunstancias son las que se conjugan para que la Huella de Carbono en la provincia de Almería tenga el reparto territorial que hemos observado. Nos gustaría conocer vuestra opinión al respecto y así ir generando un debate que se enriquezca con diferentes aportaciones y visiones. ¿Te animas?
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