¡No todos los huesos van a ser de santo! estos, más bien parecen ser de demonio (como por dentro son rojos y el demonio dicen que es "colorao" jejeje). Me han pedido mis amigos que les ponga la receta en el blog, lo hago con mucho gusto y así verán que no tiene ningún misterio esta receta que tanto me celebran. He decidido después de algunas peticiones de ellos, traer de vez en cuando "cosillas de picoteo", fáciles de preparar y que además gustan a todos (ya tengo algunos publicados). Estos huesitos quedan muy vistosos y están muy ricos.
Ingredientes:
- Hojaldre rectángular 1 lámina.- Pimientos asados (en su defecto del piquillo) aliñados con sal y aceite de oliva.- Huevos 1.
Elaboración:
Extendemos el hojaldre sobre la encimera. Encendemos el horno a 180 ºC.
Colocamos los pimientos, escurridos del aceite, cortados en tiras de un dedo de grosor sobre el hojaldre a lo ancho de la lámina. Los disponemos en líneas, si la tira de pimiento queda corta, le unimos otra tira montándola para darle el largo total. Hay que dejar a cada lado de las tiras de pimiento un borde sin cubrir para luego poder unirlos y cerrar.
Hacemos incisiones, separándolos, con un cuchillo bien afilado, a todo lo largo.
Batimos el huevo y untamos con un pincel de silicona los bordes de cada tira, después unimos los dos lados, dejando el pimiento dentro y con un tenedor sellamos para que no se vayan a abrir durante el horneado, luego generalmente desaparecen las hendiduras, pero esto nos asegura que no se abrirán.
Tal como han quedado, con cuidado, las llevamos una por una a la bandeja de horno(cubierta con papel de hornear), disponiéndolas alineadas y bien rectas.
Las dividimos en trozos iguales, señalándolas, sin llegar hasta el fondo, con un cuchillo afilado y por último las pincelamos con huevo batido.
Introducimos en el horno y dejamos hasta que se doren. Sacamos del horno y separamos por la señal que les hicimos. Dejamos que se oreen y ya podemos servir nuestros huesitos.