Uno de los básicos más conocidos de la cocina son los huevos fritos con patatas.
Suelen servirse en el plato uno al lado de las otras, estas cortadas de forma alargada.
Este plato que hoy os traigo es un poco distinto, primero en la presentación tanto de las patatas como del plato en si y luego en que los huevos son trufados y que está rematado con trufa negra rallada.

Ingredientes para dos personas:
1 trufa negra (tuber melanosporum)
Aceite de oliva virgen extra
Para trufar los huevos colocar estos en un recipiente con tapa, con ellos una trufa y dejar así un par de días para que los huevos se impregnen del aroma de las trufas.
Pelar, lavar y cortar las patatas finas, mejor con mandolina, dejarlas unos 10 minutos en un recipiente con agua para que pierdan parte de su almidón. Secarlas.
En una sartén amplia con aceite, freír las patatas durante unos 10 minutos o hasta que estén doraditas. Salar. Ponerlas a escurrir en un plato con papel de cocina.
En esa misma sartén freír los huevos con una pizca de sal.
Emplatar poniendo un aro que rellenaremos con las patatas, pondremos el huevo encima. Sacar el aro.
Rallar un poco de trufa por encima.
Ya que se hacen los huevos trufados se pueden hacer más cantidad y la trufa no tiene por qué ser entera.
** La cáscara de los huevos al ser porosa deja penetrar el aroma de la trufa.
Celíacos: aseguraros bien de que todos los ingredientes sean sin gluten.
