Esta receta me transporta inmediatamente a mi infancia. Mi madre, Concha, nos preparaba estos huevos en ocasiones especiales como cumpleaños o en domingos. Se trata de una bomba calórica, pues el pan frito junto con la clara batida a punto de nieve y la yema del interior hacen que no resulte un plato ligero.
Eso carece de importancia cuando tienes pocos años y te enfrentas a la sorpresa de cortar el pan y ver como aparece la deliciosa yema líquida del huevo emparejada con trocitos de jamón serrano.
Este plato es como una deconstrucción de los huevos fritos, con su pan, jamón y tomate como acompañamiento. servido con una buena ensalada verde vale como plato único, pues llena bastante.
Hoy en día es difícil encontrar las "alcachofas" de pan (unos bollitos redondos de pan de tamaño inferior al pan de hamburguesa), pero os vale cualquier tipo de bollo de pan redondo, panecillo e incluso unas mini-chapatas.
Para 5 personas:
- 5 panecillos redondos
- 5 huevos super frescos
- 150 g de jamón serrano (si es ibérico, mejor)
- mantequilla
- salsa de tomate casera
- aceite de oliva virgen para freír
Se corta la tapa superior del panecillo y se vacía con una cucharilla toda la miga del interior. Se corta muy fino el jamón serrano y se reserva.
Se unta con un poco de mantequilla el fondo del pan y se añade el jamón picado, como en la foto:
Se cascan los huevos, separando las yemas de las claras. Se pone una yema en cada panecillo, encima del jamón picado.
Por último se baten las claras a punto de nieve con una pizca de sal con ayuda de una batidora de varillas. Se pone un copete de clara encima de la yema, sobre cada panecillo.
Se pone en una sartén honda una buena cantidad de aceite (o se puede utilizar la freidora). Cuando esté muy caliente se introduce un panecillo y con la espumadera se va vertiendo aceite caliente sobre la clara a punto de nieve, hasta que esté dorada. Se repite la misma operación con el resto de los huevos nido.
Se calienta la salsa de tomate y se pone de fondo en un plato. Se deposita el huevo recién frito y se sirve inmediatamente.
Gracias, madre, qué grande eres!