Dos niños se acercan a su madre y preguntan con curiosidad:
-Papá, papá, ¿a qué se dedica el abuelo Es director de cine.
- Podemos ver alguna de sus películas
- No, no son para vosotros. La madre se dirige a su padre, al abuelo:
- Ya podrías hacer algo bonito para los niños que no intervengan elementos mafiosos, ni palabrotas, ni muertes.
- Pero… pero hija, llevo años dedicándome a eso y siempre me ha ido bien.
- Papá, siempre haces lo mismo.
- Que no, que también hago dramas, películas de época, documentales…
- No querrás que tus nietos vean tus películas y les influencie ese mundo lleno de mala gente. El abuelo agacha la cabeza, pensativo.
Así es como el bueno de Scorsese se dejó engañar para dirigir La Invención de Hugo (Hugo Cabret). Tras un avance que parecía una versión mágica de Oliver Twist, llegaron las buenas críticas de forma unánime, aunque en Estados Unidos había fracasado en taquilla. No sabía que pensar… y después de ver la película puedo decir que se acercan a mis pensamientos tras el primer tráiler dickensiano.
Hugo nos cuenta la historia de Hugo Cabret un chico huérfano que vive en la estación y se dedica a dar cuerda a todos los relojes para que nadie se dé cuenta que su tío, con el que fue a vivir tras la muerte de su padre, ha desaparecido, y para evitar ir a un orfanato. El chico intenta arreglar un autómata, robot que está programado para hacer una función muy concreta, y para eso roba piezas de una tienda de juguetes. Cuando papa George, propietario de la tienda de juguetes, lo pilla, le obliga a trabajar para él para devolver todo lo robado. Hugo junto con Isabelle, hija adoptiva de George empiezan a investigar sobre el autómata y todas las respuestas les llevan a papa George. Papa George no es otro que George Meliès, pionero del cine que vive deprimido tras su éxito y su olvido.
Este año parece que entre la crítica está triunfando en cine nostálgico, primero fue The Artist y después Hugo. Las dos hacen su particular homenaje a la historia del séptimo arte con maneras muy diferentes. La diferencia es que a Hugo, el guión le falla más que una escopeta de feria. La historia transcurre entre el tedio siendo una mezcla de películas de aventuras con niños como protagonistas en busca del amor de quién se preocupe por ellos. Con la diferencia que en el camino, una de las pistas les lleva a los orígenes del cine entendido como método de entretenimiento y de impresionar a las masas con trucos (sin buscar el realismo primerizo) de la mano de Meliés. La película no confía lo suficientemente en sí misma, y en lugar de centrarse en lo que realmente interesa al público adulto, que se acerca a los cines tras ver el nombre de Scorsese, que es la tragedia bien construída de Meliès decide centrarse en la experiencia dickensiana de Hugo. Esta trama empieza a diluirse de forma poco acertada a medida que va haciéndose notar la trama de Meliès quedándose ambas poco definidas y, la primera de ellas mal resuelta.
La película parte de un enfoque erróneo, llevarnos a una época pasada donde destacaban los trucos artesanales e ingeniosos con grandes dosis de efectos audiovisuales. Algo que de alguna manera en lugar de acercarte a la historia te distancia de ella. La fotografía y la dirección de arte pecan de excesivas, como esa obra rococó de los libros de arte que pasamos rápido en busca de la sobriedad anterior o posterior.
Hugo da toda la responsabilidad o gran parte de ella a dos intérpretes muy jóvenes Asa Butterfield que interpreta a Hugo Cabret y Chloe Grace Moretz que interpreta a Isabelle. El film nos cuenta la historia a través de su mirada inocente y los dos cumplen de forma más que correcta. Aun así, la presencia de Ben Kingsley y la desconocida para mí Helen McCrory ayuda a elevar el nivel interpretativo. Kingsley tiene un verdadero regalo de personaje y no lo desaprovecha, aunque debido al protagonismo de los niños, su presencia sabe a poco. Por último, también aparecen Christopher Lee, Emily Mortimer, Jude Law, Ray Winstone y Sasha Baron Cohen entre otros.
La Invención de Hugo me parece una idea buena, más que interesante pero mal transmitida. No es que Scorsese haga una mala dirección, pero fallan los métodos mediante los cuales la historia pasa a ser una película. Desaprovecha los puntos fuertes para potenciar una historia simpática, visualmente recargada, con un pequeño homenaje al cine.
Nota: 5/10