Animado siempre por Nueces de California, que anualmente me obsequia con un buen surtido, he decidido lanzarme con una receta de tapeo, de lo más vistosa, vegana y sorprendente. Un Humus donde la lombarda cobra protagonismo y colorea, y que se entremezcla de manera sutil con un magnífico Tahini casero de nueces y sésamo. Un combo de lo más sugerente, estimulante, de aplauso lento...
Esta receta no sólo está de morirse, además tiene buenos argumentos de salud para que la prepares. Toma nota: las nueces son el único fruto seco con una considerable cantidad de ácidos grasos Omega 3 de origen vegetal. ¿Esto qué hace? Pues te ayuda a mantener los niveles normales de colesterol en sangre. Suma además que son uno de los alimentos con más antioxidantes por ración y aportan proteínas, magnesio y fósforo. Un pequeño bocado que logra grandes beneficios para tu salud.
En esta ocasión le damos la oportunidad de formar parte de un Tahini e impregnar así su sabor al plato completo. El Tahini es una pasta hecha a base de sésamo que se usa en la cocina de Oriente Próximo, sobre todo como parte de los humus (como el nuestro), patés (Baba Ganoush)...
Yo te propongo salirte un poco de la línea marcada y probar cosas distintas, hacer que tu paladar se sorprenda y aprovechar la buena materia prima en otras batallas culinarias. Hoy le damos caña a un humus original y fascinante. Receta fácil donde las haya. No hay excusas... ¡Mandiles arriba!
Ingredientes
Para el Tahini de nueces
- 60 g de nueces de California
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de sésamo tostado
- 1 cdita de comino molido
- 1 cdita de pimentón (picante o dulce)
- Aceite de oliva suave
- Sal y pimienta negra
- Zumo de limón
- 1/2 lombarda
- 1 diente de ajo
- 1 cebolleta
- Agua y sal
Cocción
Trocea la lombarda, la cebolleta y el ajo. Lo pones todo en una olla con abundante agua y lo llevas a ebullición. Dejas cocer durante 30 minutos (hasta que veas que están blanditas.
Sacas y cuelas bien. NOTA: Puedes guardar parte de la lombarda (si ves que te sobra) en un bote de cristal esterilizado con un poco del agua de cocción y la usas en esa semana para otra receta: lombarda salteada con jengibre y salsa de soja por ejemplo.
Turno del Tahini
Coloca en la picadora las nueces, el sésamo, el comino y el diente de ajo. Tritura todo hasta tener "una arenilla". Salpimenta al gusto y añade un poco de aceite y mezcla hasta tener una pasta. La cantidad es un poco a ojo. A mí me gusta que quede como en la foto de abajo.
Vete añadiendo aceite a tu criterio. Importante que la pruebes para corregir lo que haga falta. CONSEJO: Puedes ampliar las cantidades que te doy y haces más de la cuenta y guardas para otras elaboraciones.
Remate final
Con la verdura bien escurrida pasamos a triturarla en un robot de cocina o en la batidora. NOTA: En este punto podrías añadir unos garbanzos cocidos para darle ese toque más de humus. Pero yo prefiero en este caso todo el sabor de la lombarda, que gobierne el plato junto al Tahini.
Nos tendrá que quedar una especie de paté con textura firme pero cremoso. A esta mezcla añadimos el Tahini (no hace falta todo, dos cucharadas, prueba y añade o frena) y trituramos todo junto.
Dejamos reposar en la nevera bien tapado durante 2 horas.
Cuando vayas a consumirlo sácalo media hora antes de la nevera. Y lo sirves en boles individuales con un poco de yogur natural por encima, unas nueces picadas y un poquito de guindilla molida. Acompaña con pan, crackers, palitos de cereales, crudités... y a disfrutar.
¡Que aproveche, hitchcookian@s!