Revista Cultura y Ocio

Huracán. Sofía Segovia

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Huracán. Sofía Segovia
     "Aniceto Mora era regalado. No era hijo, ni huérfano, ni adoptado. Soy regalado, decía siempre."
     El murmullo de las abejas es una novela peculiar, quizás por eso tuve la curiosidad por leer el siguiente título que ha llegado a nuestro país de su autora. Hoy traigo a mi estantería virtual, Huracán.
     Conocemos a Aniceto Mora, al que llaman y se hace llamar el Regalado. Y no le falta razón ya que su familia le regaló a los Nayuc, pensaba él que como hijo, pero en realidad fue como peón sin sueldo ni vida digna entre esa familia. Pero no es esta la historia entrañable de un huérfano que lucha en la vida. Porque Aniceto lucha, sí, pero no mejora. El resentimiento de sus primeros años, la pobreza, la peste de los cerdos y la crueldad, se instalan en su pecho y le acompañan hasta sus últimos momentos.
     Pasan los años y un huracán llega a su isla, Cozumel, tal vez alguien lo recuerde, el Roxanne en 1998. Ahora Cozumel es un lugar turístico en el que se alzan hoteles. En uno de ellos, blanco por fuera, trabaja de conserje Manuel, que será el encargado de avisar de la llegada del huracán y cuyos ojos observarán los estragos que deja. Un hotel lleno de turistas entre los que se encuentran las dos parejas a las que Sofía da protagonismo en la novela: Paul y Lorna, los gringos; y Roberto y Marcela, mexicanos de vacaciones.
     Huracán es en realidad el primer libro de Sofía Segovia. En el año 2000 nacía con el título Noche de huracán y en 2010 veía la luz en su país, aunque en una pequeña tirada. En España ha sido gracias a la puerta que le abrió El murmullo de las abejas, que podemos ahora disfrutar de Huracán, que parte de aquel manuscrito Noche de huracán y que vio la luz en su país el año pasado.
     Huracán es una historia de vida o mejor aún una historia de lo que es la vida. La vida no siempre la elegimos, e incluso cuando la hacemos, se empeña en desbaratarse con algo que escapa a nuestra capacidad de orden, desbaratándolo todo. Puede ser asoladora, como un huracán. Y da igual si eres un indeseable como Aniceto, o una pareja con capacidad económica dispuesta a disfrutar de tus vacaciones. Partiendo de esa idea, Sofía deja ver lo que sucede con las personas cuando acontece algo así: sus miedos, sus temores, sus lealtades también... todo sale a la luz removido por la fuerza del huracán en esta novela que divide bajo el título de quien la protagoniza, mientras nos preguntamos cómo conseguirá entrelazar todas las historias. Porque hay unas que tenemos claro, pero nos falta la nota discordante, Aniceto, cuya vida ocupa además la mayor parte del libro y que a mi me ha parecido con diferencia lo más interesante. De hecho una vez cerrado el libro, cuando nos paramos a pensar en por qué la autora ha decidido meter la vida de esas otras personas de una forma tan puntual, pero otorgándoles su propio capítulo, no tardamos en caer en la cuenta de una cosa: las desgracias hacen extraños compañeros que coinciden reunidos en un punto. Por eso no viene mal que desvíe por un momento la mirada de Aniceto para darnos esa otra parte de la vida, no solo la suya. Aunque también Aniceto sufrirá el huracán, cómo no. Y seguirá sin darnos pena porque, como empezaba diciendo, esta no es la historia de un niño regalado que lucha, pobrecito, para ser alguien en la vida. Todo lo contrario, es un indeseable, sin excusas.
      Me ha parecido una novela entretenida, marcada por la fluidez durante su lectura; incluso las partes más duras, se antojan fáciles relatadas por Sofía Segovia. Quizás por eso al terminarla también he tenido la sensación de que le podía haber imprimido más fuerza a esta historia.
     Reconozco que tuve miedo de encontrarme ante un libro sobre desastres naturales, ya que no suelo acercarme a ese tipo de novelas, pero tuve suerte, no es así. Y vosotros, ¿hay algún tipo de temática que evitéis?
     Gracias.

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