Título original: I Spit On Your Grave Género: Terror (Rape & Revenge)Duración: 107 minutos País: EE.UU.Dirección: Steven R. Monroe Guión: Meir Zarchi (guión de la película original de 1978), Stuart MorseIntérpretes: Sarah Butler, Jeff Branson, Andrew Howard, Chad Lindberg, Daniel Franzese Música: Corey A. Jackson Web: ispitonyourgravemovie.com/
Jennifer Hills es una chica de ciudad que alquila una aislada cabaña en la montaña para escribir su última novela. Una terrorífica tarde, un grupo de hombres del lugar asalta la cabaña y violan a Jennifer, a la que dejan prácticamente muerta. Pero Jennifer sobrevive, y consumida por la venganza, les devolverá sus actos atroces de una manera que nunca llegarán a imaginar...
Hoy toca un remake, en concreto, la versión homónima de una película setentera y abanderada del género conocido como "rape & revenge":Day of the Woman, escrita y dirigida por Meir Zarchi en 1978 que se popularizó en España con el título de La Violencia del Sexo y que en el resto del mundo fue más conocida como I Spit On Your Grave.
Está claro que las películas adscritas a dicho género (recordemos que "rape & revenge" significa "violación y venganza") no destacan por contar una historia elaborada o demasiado profunda, y se articulan en tres actos bien diferenciados: primero llega la violación de la pobre chica, a la que se suele dar por muerta; posteriormente asistimos a la revelación de que la víctima sigue viva y somos testigos de cómo los agresores siguen con sus anodinas y tristes vidas como si tal cosa; finalmente, el tercer acto nos ofrece la venganza sin contemplaciones de la víctima, que no tendrá piedad alguna.
Y esta historia es más de lo mismo. Jennifer Hills es una joven novelista que busca inspiración, para su próximo libro en una cabaña alejada del mundanal ruido que parece prometer paz y sosiego, pero nada más lejos de la realidad, porque será víctima de torturas y violaciones por parte de un grupo de lugareños, un puñado de los típicos y tópicos rednecks que se encuentran entre lo peor de la american white trash, incluyendo al estereotipado personaje del tonto del pueblo (en clara alusión a la endogamia que supuestamente es marca de la casa en este estrato social y cultural). La joven desaparece, la dan por muerta, pero sobrevive y regresa con inusitadas fuerzas, una voluntad inamovible y el único objetivo de vengarse de los hijos de puta que la torturaron y violaron.
Es imposible evitar sentirse fatal con el primer acto de la película (el de la desgraciada y terrible violación), pero una vez llega la venganza de la chica, el espectador se convierte en un chorro de aliento que trata por todos los medios de empujar a Jennifer en su cometido y ansia mos con todas nuestras ganas que la que fue víctima en un principio consiga su venganza. Es entonces cuando uno no es que lo pase bien, pero sí que queda más que satisfecho ante el pago de semejante deuda (que diría un Lannister...). Siempre será terrible presenciar una escena de violación en pantalla aunque sepamos que sólo es una película, pero las torturas de la venganza de Jennifer no se quedan atrás y decir que son retorcidas sería quedarme corto: lo que desencadena esta chica es todo un infierno de "torture-porn" para el grupo de malnacidos sureños.
Muy bien Sarah Butler (toda una desconocida para mí...) en el papel de víctima, aunque bastante menos creible cuando se transforma en "angel vengador". Por parte del grupo de degenerados, la verdad es que todos resultan creibles, aunque yo destacaría por encima de todos a Andrew Howard, abonado al parecer a papeles de cabronazo, sádico o simplemente loco hijo de puta, como pudimos ver en The Devil's Chair (2007) o en Pig (2010), ambas dirigidas por el controvertido Adam Mason, que tiene a Andrew como actor fetiche. Ojo a la mencionada Pig, polémica película que para ver hay que previamente solicitar el link de descarga al propio director vía email ([email protected]).
Y bueno, volviendo a la película de la entrada de hoy, no sabría realmente si recomendarla o no sin saber vuestros reparos o limitaciones a la hora de ver historias desagradables. Evidentemente se pasa mal, como ya he mencionado, con toda la parte de la violación, y quizás para algunos no compense pasar ese mal trago para luego contemplar una historia de venganza y tortura brutal. En mi opinión, no viene mal a veces ver, aunque sólo sea en pantalla, que alguien tiene los santos cojones de vengarse de una forma imaginativa. Yo voy a ser sincero: haría lo mismo o algo parecido, siempre lo he tenido claro. Y dicho esto, me sentaré a esperar las pedradas lapidarias y los comentarios de reprobación...