LOS HOMBRES-LIBRO
Con una alegoría referida a Farenheit 451, la novela de Ray Bradbury, dio comienzo el III ELACT nada menos que el Día del Libro, una oportunidad extraordinaria para hablar de literatura, que a fin de cuentas es lo que da sentido a este encuentro. Francisco Marín se felicitó una vez más por el hecho de que este milagro fuera posible y, tras agradecer la participación a aquellas entidades que siguen apoyando esta iniciativa, dio paso a la primera de las mesas redondas.
Coordinada por Rubén Castillo, la primera jornada estuvo dedicada a la literatura regional y a su proyección en el resto del país, y para ello contamos con unos ponentes de lujo: Manuel Moyano y Miguel Ángel Hernández Navarro, recientes finalistas del Premio Herralde de Novela, Patrick Ericson, un hombre que ha conquistado ya unas cuantas editoriales españolas, y Miguel Sánchez Robles, uno de los autores más premiados de todo el país, y cuya literatura es tenida por sus lectores como una auténtica joya.
Poco a poco fue fluyendo el debate, y mientras algunos de ellos, tales como Manuel Moyano y Patrick Ericson, se mostraban orgullosos por el trabajo de los autores murcianos, que ya por fin han salido del salón de la mesa camilla, Sánchez Robles se lamentaba por el hecho de que cada vez se lea menos literatura y más otras cosas, como noticias, muros sociales o webs que, si bien son lectura, no aportan lectores verdaderamente comprometidos.
Por su parte, Miguel Ángel Hernández Navarro se mostró partidario de la osadía y el atrevimiento en los autores regionales, recordó que el camino al exterior lo abrió Luis Leante, cuando ganó el Premio Alfaguara, y que aquel hecho modificó mucho el comportamiento de los autores locales con respecto al mundo editorial. Algo que suscribía Patrick Ericson, que mantiene su optimismo reconociendo la labor que han hecho los autores más conocidos, abriendo ese camino, y por tanto facilitando los pasos de los nuevos autores que después han ido apareciendo.
El coloquio posterior acogió varias posturas encontradas, desde el lamento de Sánchez Robles, demandando más calidad a la literatura actual, hasta la valentía para llamar a la puerta de las grandes editoriales, o cómo “bailar” con la editorial más guapa, algo que todos los autores de la región han intentado en algún momento, con suerte dispar, tal y como recordó Hernández Navarro. Así afloraron las peculiaridades de cada autor a la hora de escribir, o sus intenciones de publicar, dando lugar a posturas heterogéneas, lo que engrandece aún más la dimensión que está tomando la literatura regional. Por supuesto, tampoco dejaron sin analizar la actualidad editorial, los bombazos, los best-seller, las imitaciones, modas y corrientes…
Pero la jornada no terminaría ahí, mucho menos tratándose de un día tan especial. La tarde estuvo repleta de actividades, entre las que destacaron los encuentros simultáneos con escritores que se realizaron en diversos locales de la ciudad, y en los que los lectores disfrutaron de la presencia de Miguel S. Juaneda, Marisa Grey o Carlos J. Lluch. Además, pudieron asistir también a la presentación de Sombras de la Plaza Mayor, la última novela de Rosa Huertas, o al duelo detectivesco que mantuvieron Jerónimo Tristante y Antonio Parra Sanz, los creadores de Víctor Ros y Sergio Gomes, dos investigadores separados por siglo y medio, pero cuyas concepciones literarias están más cercanas de lo que pudiera pensarse.