Revista Cine

Impresiones del Salón del Cómic de Barcelona

Publicado el 13 mayo 2012 por Juancarbar

Una semana ha pasado desde el último día del Salón del Cómic de Barcelona, un evento cargado de polémica, ya desde antes del inicio del mismo. Aunque se ha hablado mucho al respecto, posiblemente lo que voy a decir yo a continuación no sea nada nuevo, pero aun así quiero dar mi opinión como amante del mundo del cómic.

 Debo decir que mi presencia en el Salón se limito a un solo día, puesto que el cansancio que genera emplear mi fin de semana a la caza de sketches, se ha puesto en duda en mi cabeza, sobre si merece la pena. De esta manera, solo fui el viernes, sin siquiera madrugar pero desde la mañana para aprovechar el día.

Como siempre, lo mejor del Salón es poder pasar mi tiempo libre de preocupaciones junto a un montón de amigos con la misma pasión que yo, que no puedo ver durante el año. Un problema que esto genera es que la masiva presencia de gente conozco y el poco tiempo del que disponía, entorpece el proceso, puesto que casi paso mas tiempo saludando a la gente, sin poder pasar todo el tiempo que me gustaría charlando con ellos.

Bueno y os estaréis preguntando donde esta la polémica, porque hasta ahora solo he hablado de cosas personales y particulares. Pues bien, camino a Barcelona recibo mensajes de un amigo: “¿Qué tal por el Salón del videojuego?”. Ignorando el origen de la pregunta y confiando en que se había equivocado le dije que todavía no había llegado. Poco después veo carteles por la ciudad anunciando que ese fin de semana se celebraba el “Salón del Videojuego”, refiriéndose al “Salón del Cómic”, pero haciendo hincapié en los videojuegos para atraer a un mayor numero de gente.
Personalmente no considero que sea un fallo muy acentuado, el querer atraer a un mayor publico con falsas expectativas, pero si considero desacertado el hecho de convertir el evento en un Salón multicultural, con promociones de varias películas y presencia de grandes centros como la Fnac y El Corte Ingles.  El problema que se observa es que convierten el noveno arte en una mera excusa, reduciendo las actividades relacionadas con el mismo y mercantilizado el mundo del cómic hasta el punto de vender “Converses” con dibujitos de Batman. Además, se atrae a un publico mas friki, con la presencia de actores imitando las convenciones norteamericanas; pero claro, los actores que han invitado además de seguir modelos americanos cobrando por firma, son de tercera categoría, meros secundarios en películas como “Star Wars”, cubriendo su cara con una mascara en algunos casos, por lo que no tenían nada de gente.

 A nivel de encuentro con los autores, nos encontramos con el mismo problema de todos los años, la ausencia de una organización que coordine las sesiones de firmas, provoca que cada stand coordine sus propias sesiones como ellos quieran, y aunque hasta donde yo se, no ha habido ningún problema este año, sigue pareciéndome un poco caótico.
Como los encuentros con los autores no se limitan a las firmas, lo que me apetecía realmente era asistir a una charla del autor Greg Rucka, desilusionándome mucho al descubrir que el autor no daría ninguna charla solo, sino que estaría en una mesa con Craig Thompson y otros autores. Es un gran fallo no poder oír a tus autores favoritos por si solos y la escasez de charlas que había. En el Stand de la editorial “ECC” justo antes de cada sesión de firmas los autores daban una breve charla, lo que habría estado genial, de no haber sido por ser un pasillo multitudinario de pie y con un montón de gente ansiosa por conseguir su firma.

Por ultimo quiero hablar de lo que son los stand de tiendas que había en el Saló. En todo salón español que se precie siempre hay dos stands que no fallan que son el de Otakuland y el de las chucherías francesas, y como este Salón es el (supuestamente) más importante, no podían faltar. A parte de eso, nos encontramos con un par de tiendas con cómics nuevos, puesto que se evidencia que las tiendas no tienen interés en asistir con novedades a un salón en el que están las grandes editoriales vendiendo su material a un precio inferior y grandes superficies con material para el gran público. Las tiendas de material clásico tampoco tenían gran presencia en el Salón, habiendo una escasez del mismo respecto a otros eventos como Expocómic.

Aunque mis impresiones solo fueron de un día, creo que fue tiempo suficiente como para darnos cuenta de que el Salón de Barcelona ya no es un lugar para los amantes del mundo del cómic, sino un expositor para promocionar películas y videojuegos, en el que puedes comprar cómics de las películas que has visto en el cine y comprar merchandising y hacerte fotos con fondos de películas. A pesar de todo, un aspecto sobresaliente del encuentro fueron las exposiciones donde nos encontramos con originales muy variados y maravillosos, pero aun así, no justifica una “mercantilización” de un evento que debería suponer un encuentro para los aficionados al cómic.

El hecho de que antes de inaugurar el Salón se prevea que vaya a ser el más multitudinario de su historia y que los resultados del mismo, sean un incremento del 8% de la asistencia, nos indica que el evento se mide en entradas vendidas y no en promoción y divulgación del mundillo.

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