Revista Decoración

Imprimibles, púas y orejas.

Por Paula Lesina
Cuadro DIY ciervo
Efectivamente, después de una búsqueda no tan intensiva, encontré la lámina que quería para hacerle compañía a Púas. Si leíste el post desmesurado del viernes sobre cuadros DIY, tendrás noticia de mi propósito de encontrar la imagen acuarelada de un ciervo para acompañar a Púas, el erizo que desde el jueves decora una de las paredes de mi habitación. No voy a mentirte, no fue una empresa desmesurada. Simplemente utilicé la barrita mágica de Google: ese rectángulo en blanco que no deja de asombrarme en su capacidad de encontrar lo que estoy buscando.

Sobre decoraciones frugales... 


¿De verdad pensaste que el post se terminaba con la imagen del "bambi beat"? No, no. Por acá, las cosas son desmesuradas. Te enseño la imagen, te cuento la historia y próximamente esperás la lámina para imprimir y un DIY relacionado. Si cuando mis padres decían "no ténes términos medios" tenían toda la razón del mundo. Las tibiezas no son lo mío. Sin embargo, desde que me mudé (desde que regresé a mi casa, en exacto rigor semántico) el dormitorio principal estaba precisamente en ese estado: TIBIO. Pintado de blanco. Con los muebles de siempre, las paredes peladas y pidiendo a gritos un cambio. No quiero indagar en las profundidades metafísicas de la deco como reflejo del estado de ánimo pero...quien observara con detenimiento mi dormitorio iba a tener una imagen bastante triste de la pareja que lo habita.
Cuadro DIY ciervo
Así que embarcada en un proceso de cambios de toda índole (al que podés sumarte cuando quieras siguiendo el enlace...) decidí que era el momento de darle al dormitorio un nuevo aspecto.  Una lavadita de cara. Nada extravegante porque como ya sabrán, en mi familia la frugalidad es importante. Desde esa perspectiva de limitación financiera y sustentabilidad ecológica, surge la necesidad de reciclar para ambientar. Si te preguntás cuál sería mi actitud al disponer de medios materiales infinitos,..(bueno, al menos yo me hice la pregunta) no tengo ninguna duda de la respuesta: "casi" la misma. Te explico cuál es el peso del adverbio sin suspensos añadidos. Probablemente, de tener a mi disposición un presupuesto generoso, lo invertiría en blanquería de mucha calidad. Desde que vivmos juntos con no-marido -y de eso ya hace muchos años- estamos escasos de ropa blanca. En Uruguay la blanquería de calidad es importada y costosa. Ridículamente costosa.  Y aunque no es lo mismo dormir en sábanas de algodón egipcio, tampoco es un tema que me desvele, porque pienso solucionarlo a la brevedad con algún truco DIY. También acepto sugerencias respecto al tema...
Cuadro DIY ciervo
En lo que respecta a otros complementos decorativos, elegir vintage, reciclado y con historia es una prioridad ontológica y la ontología frugal no es voluble a las circunstancias económicas. Es lo que es. Mientras vos pensás en tus propias ontologías decorativas, te cuento que los proyectos pendientes son varios, quizás demasiados pero nunca suficientes. Sin embargo, espero concretarlos pausadamente en el correr de los próximos meses, para llegar a fin de año con una lista de objetivos cumplidos. A ver cómo cumplo con esta actitud ejecutiva absolutamente ajena a los terrenos de la desmesura. Porque lo ejecutivo y lo desmesurado...no hacen buenas migas. Me distraje en introspecciones y no te conté cuál es la lista de aspiraciones para la decoración frugal de mi habitación. Este es el decálogo de la desvergüenza craftera:
1- Reciclar la mesa de la TV
2- Crear arte DIY para las paredes peladas.
3- Idear unas cortinas con algo de onda.
4- Reciclar el aplique de luz.
5- Pintar de gris claro la pared en la cual se recuesta la cabecera.
6- ¿Hacer una funda para la cabecera?
7- Diseñar sábanas DIY.
8- Pintar almohadones.
9- Improvisar alfombras hechas a mano. Quiero algo circular pero... 
10- Personalizar las mesas de luz.
No en vano soy la desmesurada... Una desmesurada dispuesta a cumplir propósitos. Porque esa tendencia mía a la hipérbole si no tiene cauce, termina estrellada en la más pancha pasividad. Digamos que cuando me desbordo me quedo quieta. O para decirlo elegantemente: me paraliza la profusión de ideas. No creas...podría seguir con la lista de versiones según Freud, Lacan y Kerouac (en honor al bambi beat) pero es lunes y seguro tenés cosas más interesantes que hacer de tu día. Me despido, abusando de tu generosidad, para pedirte que, si no conocés Intensional, lo visites y te sumes al proyecto intensional porque es un proceso colectivo que necesita de tu opinión y en el que podés participar solo con suscribirte al blog. Si te preguntás qué es...es un proceso de búsqueda para encontrar la inspiración -la tuya- y desbloquear la creatividad dándole forma a tu emprendimiento personal (oiga; emprender no es necesariamente emprender un negocio) Si te animás, te espero, Es absolutamente gratuito e insisto en que te unas porque juntas, es más fácil.

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