Dinamarca empezó a principios del mes con un nuevo impuesto, el primer impuesto en el mundo a las grasas. Si un producto tiene más de 2.3% de grasa saturada, llevan un impuesto y ahora son más caros para la población. Y cuando digo todo, es todo desde mantequilla y pastelitos hasta carne.
Creo que los gobernantes la hayan puesto por ayudar al país a combatir la obesidad pero lo están haciendo mal. Y digo "creo" porque las leyes con los alimentos en Dinamarca están fuertes, es ilegal que los productos tengan más de 2% de grasas trans... tan ilegal como matar a alguien y en ambos casos se presenta pena de cárcel.
¿Pero y el azúcar, el sodio, las harinas refinadas? Si bien la ley de las grasas trans me encanta y pienso que debería de ser seguida por todos los demás países del mundo, el nuevo impuesto a las grasas saturadas me parece que no tiene fundamento. Incluso, un clavado en la literatura científica les podrá demostrar que la comunidad científica sabe tanto de las grasas saturadas como cualquier otra persona... muy poco.
En fin, ¿ustedes qué opinan?
Escrito por Fernanda Rodríguez del Peón