Un joven Marañón estudiando junto a una calavera en 1908. Fuente: La Razón.
Mañana sábado 27 de Marzo se cumplen cincuenta años de la muerte de Gregorio Marañón (1887-1960), uno de los intelectuales clave del siglo XX español por su triple dimensión de humanista, liberal y científico. También por su impagable labor en el llamado exilio interior. El Cultural recuerda hoy al humanista, médico, científico, pensador y escritor madrileño con estos aforismos inéditos escritos entre 1937 y 1942 que hablan de historia, vida y libertad:
“Inútil discutir: no se convence a nadie por el razonamiento, sino por la emoción. El apóstol ha sido siempre un hombre que hablaba al corazón y no al intelecto. Las conversiones de los santos, han sido hechas bajo un signo emotivo. Sócrates, al que hoy leemos en frío, convencía, estoy seguro, por la emoción patética de sus palabras. En la política, que es convencer, el intelectual no tiene nada que hacer. Un epitafio que yo desearía: “Jamás denunció”.
“El libro bueno es el amigo que todo lo da y nada pide. El maestro generoso que no regatea su saber ni se cansa de repetir lo que sabe. El fiel transmisor de la prudencia y de la sabiduría antigua. El consuelo de las horas tristes. El que hace olvidar al preso su cárcel y al desterrado su nostalgia. El sedante de los grandes afanes, que va dondequiera que vayamos con nuestro dolor. El mentor de las grandes decisiones. El que ablanda el corazón en los momentos de dureza, o nos vigoriza cuando empezamos a flanquear. Y después de ser todo esto, tiene la soberana grandeza de no hipotecar nuestra gratitud. Una vez leído lo volvemos sencillamente al estante, o lo dejamos olvidado en el asiento de un tren. Es igual. Ni nos guardará rencor si no se lo hemos agradecido.”
La Biblioteca Nacional repasa el legado de Gregorio Marañón.
Fundación Gregorio Marañón.