¿Sabías que las infecciones del tracto urinario en los perros son más comunes después de ser esterilizados? Pues sí. Pero esto no significa que debamos dejar de esterilizar a nuestros perros, sino que tenemos que educarnos a nosotros mismos acerca de las infecciones del tracto urinario en los perros, su causa, su detección y su tratamiento.
Infecciones del tracto urinario (ITU), también llamadas “cistitis“, son causadas por bacterias que se asientan en los riñones, los uréteres, la vejiga urinaria y/o la uretra. Son muy comunes en los perros de compañía, especialmente en las hembras. Las bacterias entran en el tracto urinario desde el entorno exterior o a través de las heces del perro. Se mueven por la uretra, que es la estructura en forma de tubo que conecta la vejiga con el mundo exterior, y se alojan en la vejiga, donde comienzan a proliferar. Estas bacterias pueden viajar desde la vejiga hasta los riñones a través de los uréteres, causando problemas aún más graves.
Si no se tratan, las infecciones urinarias pueden ser muy graves y potencialmente mortales. La mayoría de los perros con ITUs sienten urgencia para orinar, una sensación de ardor al orinar y dolor. Algunos perros soportan bastante bien el dolor y no muestran signos externos de dolor, lo que puede hacer que las infecciones urinarias sean muy difícil de diagnosticar, a menos que se haga un análisis de orina en el que se puedan identificar bacterias.
Síntomas
Realmente no hay muchos síntomas. Si tu perro experimenta dolor al orinar significa que la infección ha avanzado a un punto grave y necesitas llegarle al veterinario lo antes posible.
Los síntomas iniciales de que podemos tienen que ver con la sed extrema:
- Bebe más agua de lo habitual; si tu perro parece no ser capaz de satisfacer su sed, esto podría ser una señal de advertencia.
- Tiene demasiada sed cuando no hay razón para ello (cuando hace frío, cuando no ha habido ningún tipo de ejercicio).
- Deshidratación
- Orina más de lo normal. Además, el momento de orinar viene acompañado de dolor y una sensación de ardor y escozor.
- Necesitan varios intentos para orinar y/o tiene dificultades para hacerlo.
Los chequeos médicos periódicos son siempre una gran idea para tu perro. Y si sospechas de una infección urinaria, trata de tomar una muestra de orina de tu perro para que la analice tu veterinario.
Diagnóstico
Las infecciones del tracto urinario en los perros son generalmente fáciles de diagnosticar, a pesar de que, con frecuencia, se diagnostican incidentalmente cuando el perro es llevado al veterinario por otro problema.
El veterinario revisará la historia clínica del animal y realizará un examen físico completo, sin importar cuáles sean los problemas que presenta el animal. La mayoría de las veces, la evaluación inicial implicará tomar muestras de sangre y de orina para realizar una valoración al respecto. Muchas de las infecciones urinarias son diagnosticadas gracias a los resultados de los análisis de orina. Los resultados de las pruebas de sangre pueden sugerir una condición o enfermedad subyacente, tales como una enfermedad renal, una neoplasia (cáncer) o la enfermedad de Cushing.
Prevención
A pesar de que la probabilidad de que tu perro sufra una infección del tracto urinario a lo largo de su vida es bajo (sobre el 15 %), seguro que quieres tener especial cuidado para asegurarte de que no experimenta ninguna molestia relacionada con esta afección. Para ello:
- Asegúrate de que tu perro orina de forma regular. Si tu perro está en la casa, sácalo fuera cada 2 horas más o menos.
- Asegúrate de que tiene un montón de agua potable. Revisa los niveles de agua del bebedero cada mañana y noche, y asegúrate de que esté lleno de agua fresca. Durante el verano, las bacterias crecen más rápidamente con el calor, por lo que aunque el agua parezca limpia, debes cambiarla con regularidad.
- Asegúrate de que tu perro tiene una nutrición adecuada. Alimenta a tu perro con comida de calidad y dale golosinas saludables, como las zanahorias, por ejemplo.
- Lleva a tu perro al veterinario para que le sean realizados chequeos regulares, no sólo una vez al año, o cuando adviertes un cambio inusual en su comportamiento.
Tratamiento
Aunque hay tratamientos caseros para las infecciones del tracto urinario en los perros, te recomendamos encarecidamente que busques el asesoramiento y la atención de tu veterinario. Siempre es tentador tomar atajos para ahorrar dinero, pero ya que no podrás saber la gravedad de la infección, deberás trabajar con un veterinario.
Los perros diagnosticados con una infección del tracto urinario por lo general se tratan primero con un antibiótico de amplio espectro sobre una base empírica, incluso antes de cultivar la orina. El veterinario seleccionará uno o más antibióticos, dependiendo de los resultados del análisis de orina inicial y las pruebas de sangre. Los antibióticos deben tener una buena penetración y distribución en la orina. Es extremadamente importante que, como dueño, administres los antibióticos exactamente como indicó el veterinario, y lleves a cabo el tratamiento completo.
Si la infección persiste, o si se resuelve, pero reaparece después de un tratamiento completo de antibióticos, serán necesarias nuevas evaluaciones de diagnóstico. El veterinario tomará otra muestra de orina, a ser posible con un procedimiento llamado cistocentesis, que consiste en tomar una muestra de orina estéril mediante una aguja insertada a través de la pared abdominal, directamente en la vejiga urinaria. La muestra de orina se enviará a un laboratorio para la realización de un cultivo y un antibiograma, con el objetivo de identificar de forma precisa los microorganismos que están causando la infección. El veterinario puede recomendar tomar radiografías abdominales, y/o la realización de una ecografía abdominal. Los resultados de las pruebas iniciales de sangre y orina, junto con los resultados del cultivo de orina, las radiografías de abdomen, la ecografía abdominal y la selección adecuada de antibióticos, deben ser suficientes para identificar y resolver las infecciones urinarias recurrentes o persistentes en los perros de compañía.
Pronóstico
El pronóstico para los perros con infecciones bacterianas del tracto urinario no complicadas es excelente. Las infecciones por hongos primarios en el tracto urinario, por otro lado, pueden ser extremadamente difíciles de tratar, aunque son mucho menos comunes que las infecciones bacterianas. El pronóstico para los perros con infecciones urinarias complicadas es muy variable y depende de la identificación exacta del organismo u organismos que han causado la infección, y la resolución de cualquier trastorno o enfermedad subyacente o contribuyente.