No se cuántas veces he dicho que yo no soy médico y que no me hagan preguntas que sólo puede contestar el facultativo y/o el personal sanitario. Incluso me envían las cifras de sus análisis para que les diga que tiempo pueden estar sin entrar en diálisis o si tienen la insuficiencia renal muy avanzada. Esto es por poner un ejemplo.
Cada día recibo algún mensaje de este tipo y cada día digo lo mismo: "todas las preguntas de carácter médico hay que hacerlas al nefrólogo o a tú médico; anota todas las preguntas que quieras realizarle y no dejes nada en el tintero. No salgas de la consulta sin tener todo bien entendido, desde tu diagnóstico, hasta tus pruebas médicas y tratamiento que te van a realizar".
Lo que sí puedo hacer es, aliviar las angustias que genera el conocer que se tiene una enfermedad renal crónica, mediante consejos de hábitos de vida, buenas palabras que tranquilicen a la persona, mi experiencia personal ...
Son muchísimos los mensajes que recibo de personas con dudas, con miedos, con preguntas de carácter personal etc... Eso sí, ahí puedo dar un consejo, basado en mi larga experiencia como enferma renal, una mano amiga, un consuelo y un apoyo. Y, sobre todo, la confirmación de que no se está solo/a ante la enfermedad.
A estas personas que están con todas esas dudas y miedos, les aconsejo que no se guíen, para su diagnóstico, por las páginas de internet. El temor y el desconocimiento les puede llevar a páginas de escasa veracidad que pueden acrecentar las dudas y los temores. Cualquier persona puede escribir sobre salud en internet. Esto posibilita que, en alguna ocasión, los enfermos puedan confiar en recomendaciones o consejos inadecuados que puedan ocasionar problemas de salud.
Hay que preguntar al médico, informarse bien de la enfermedad que se padece y, poco a poco, aprender a manejarla.
Buscad siempre páginas de calidad para la salud. Y sólo para complementar la información médica y para encontrar maneras de cuidarse y aumentar la calidad de vida como paciente crónico.
Nuestra salud es muy importante, no debemos jugárnosla.
Ana Hidalgo