(Foto de Maarten Jansen)
La Enfermería del Gran Beaterio de Lovaina, que data del siglo XIII y el Convento de Chièvres, construido en 1561 son desde el año 2000 Patrimonio Mundial de la UNESCO. El complejo es como un pequeño pueblo dentro de la ciudad. Ahora una gran parte de este complejo constituye el Faculty Club de K.U. Leuven, la Universidad Católica de Lovaina. El Faculty Club es un lugar de encuentro para la Ciencia, la Cultura y el Emprendimiento.
Un poco de historia. Desde el siglo XII en los beaterios vivían en comunidad mujeres beatas que por diversas razones no habían elegido una vida monacal. No eran monjas y no vivían según las normas de un fundador de una orden. En el siglo XIII fueron reconocidas con un estatuto oficial. No era muy del gusto del Papa y en 1311 suspendió este movimiento, excepto en Flandes, que es la razón por la que en distintos lugares de esta región han seguido existiendo. Uno de los más conocidos es el beaterio de Brujas. La comunidad de beatas de Lovaina es sin embargo la más antigua. Hacía el año 1700 llegaron a vivir 300 beatas en el Gran Beaterio. La última habitante murió en 1988. A partir de 1800 los edificios más grandes del beaterio fueron usados para albergar a mujeres ancianas, viudas y huérfanos, mientras las casas fueron alquiladas a familias laicas. En 1962 la Universidad de Lovaina adquirió todo el complejo, excepto la iglesia y entamó su restauración durante los años 1963-1972 para convertir las casas en alojamientos para profesores y estudiantes, mientras los edificios grandes se destinaron al Faculty Club.
Hoy en día el Faculty Club es un lugar excepcional para la organización de seminarios, presentaciones y congresos en un marco único. Además dispone de un restaurante con menús a la carta y de degustación a precios que no se esperarían en un lugar como este. También tienen menús para grupos y para bodas. Y si el tiempo acompaña se puede comer fuera en su terraza considerada como la más bonita de Lovaina… después de hacer un paseo por la bonita ciudad, la más juvenil y alegre de Flandes gracias al mundo estudiantil que está en todas partes.
También hay un hotel privado de 4 estrellas, confortable y tranquilo, el Begijnhof Hotel, con vistas a los jardines y al rio Dijle que pasa por el beaterio.
El único momento triste es cuando te marchas de Lovaina después de sacar el título. Pero muchos vuelven más tarde para continuar formándose en alguna especialidad, y revivir este ambiente único que solo tienen estas pequeñas ciudades con universidades centenarias.