• Título: Instituto Ouran Host Club
• Volúmenes: 16
• Autora: Bisco Hatori
• Edición: Panini Cómics, 2006
Haruhi nunca pensó que romper un jarrón fuera a producirle tantos problemas juntos, pero claro, tampoco había estado antes tan cerca de uno que costaba más que toda su casa.
Desde que había llegado al Instituto Ouran no paraba de sorprenderse; más que estudiar, la gente perdía el tiempo tomando el té y mirándose en los espejos, y encima tenía que pasarle esto. Sólo buscaba un lugar tranquilo para estudiar y pensó que detrás de aquella puerta se encontraría el lugar perfecto… Jamás se imaginó que estaba a punto de adentrarse en el Host Club, un lugar donde chicos la mar de atractivos cubrían de elogios y cuidados a todo el mundo, fuera mujer u hombre. Lo cierto es que en cuanto puso un pie en la estancia, no pretendió hacerles demasiado caso, pero su torpeza natural tuvo que hacerle chocar contra aquel maldito jarrón y organizar el desastre.
¿De dónde iba a sacar los millones que costaba, ahora que lo había roto? Los chicos del Host tenían la solución perfecta: trabajar en su club hasta haber saldado la deuda. Sólo había un problema, Haruhi era en realidad una mujer.
Divertida y disparatada, esta creación de 16 tomos de Bisco Hatori —una anónima mangaka que se confiesa adicta al shoujo más clásico— nos transporta a un mundo estudiantil totalmente imaginario donde los alumnos, en vez de estar estudiando, se dedican a perder el tiempo uniéndose a clubs de lo más disparatados como el sensual Host Club, que entrena hosts (estudiantes afiliados) para buscar clientes a los que divertir y seducir.
Lo primero que destaca de Haruhi, nuestra protagonista, es su increíble ironía y ambigüedad; y es que no tenemos claro si se trata de un hombre o una mujer hasta el final del primer tomo, cuando los otros miembros del club la pillan cambiándose de ropa. Este es un problema que a lo largo del manga nos va robando muchísimas risotadas, ya que muchos de los clientes del club son féminas y todas están seguras de la hombría de Haruhi. La situación resulta muy cómica, sobre todo si, además, nos acercamos a otro de los personajes, Tamaki Souo, el presidente del Host Club, que siempre actúa de manera dramática y exagerada, aportando un toque inimitable al conjunto de la historia. Por supuesto, nos acompañan más personajes carismáticos; de ellos nos quedamos con la autocrítica que representan hacia los manidos estereotipos de cualquier shoujo de instituto.
Mi conclusión es clara y precisa: si estás buscando un manga shoujo que te aporte risas y más risas, Instituto Ouran Host Club es un posible candidato para ganarse tu simpatía. Te recomiendo tanto el manga como su adaptación animada, que, aunque no se trata de una adaptación fiel, no te dejará indiferente y la recordarás con cariño.