Hay que recordar y destacar, que cada país involucrado debe ratificarlo para que este sea válido en el país.
Hace unos meses WikiLeaks desvelaba las negociaciones secretas que se estaban llevando a cabo desde hace años para la aprobación de diversos acuerdos que tendrían una consecuencia esencial: como decíamos entonces, nuestros datos "están aún más a merced de las empresas, con unos estados que perderían capacidad reguladora".
Ahora hemos sabido como el llamado Trans-Pacific Partnership ha sido aprobado, y sus efectos se dejarán notar en el 40% de la economía mundial. De cara al público el objetivo es crear un bloque económico unificado para que las empresas puedan interoperar más fácilmente. La otra cara de la moneda, mucho más preocupante, es la que nos afecta como internautas.
Muchos peligros a la vista
Como explican en Vox, el acuerdo ha sido firmado entre los Estados Unidos y otros 11 países tras ocho años de negociaciones, y sus efectos se dejarán notar en temas como los derechos de los trabajadores, las inversiones internacionales u otros como la competencia en el segmento farmacéutico, algo que ponían de relieve en este artículo.
De hecho, según declaraciones de la ONG Doctors Without Borders, " La TPP pasará a la historia como el peor acuerdo comercial para que países en vías de desarrollo puedan acceder a las medicinas". Según los expertos, este consorcio y los puntos de consenso a los que han llegado hará que los precios de algunas de las medicinas más caras sean aún mayores en países pobres.
El mercado de las redes de datos también se verá afectado, y los países implicados establecen que sería un crimen revelar delitos empresariales " a través de sistemas informáticos ". Como indican los expertos el lenguaje aquí es demasiado vago, pero parece dejar claro que se perseguirá a los "soplones modernos" por filtrar y compartir información privilegiada, algo que también haría que los periodistas y los medios de comunicación trataran de evitar problemas y no comunicarlos.
Los problemas afectan a otros ámbitos como al de los proveedores de contenidos, que podrían eliminar ciertas publicaciones o vídeos en Facebook y YouTube por ejemplo si se recibe una queja formal y esos servicios operan en Estados Unidos.
La Electronic Frontier Foundation, en pie de guerra
Ya en 2013 la EFF protestaba por estos acuerdos, y ayer volvió a insistir en las potenciales consecuencias de un pacto que " probablemente exportará varias de las peores características de las leyes del copyright en EE.UU. a los países del Pacífico ". Y continuaban explicando las posibles consecuencias y qué tipo de escenarios se producirían:
Un amplio veto a la violación de las protecciones digitales de los dispositivos y los trabajos creativos -incluso para propósitos legales-, el establecimiento de un copyright mínimo de la vida del creador más setenta años (actualmente las normas internacionales sitúan ese mínimo en la vida del creador más cincuenta años), o la privatización de los esfuerzos para luchar contra la violación del copyright.
Esos cambios también podrían afectar a la actividad de los ISP, que con este acuerdo se convertirían en la "policía" de nuestra actividad de usuario en Internet. Los activistas que forman parte de la EFF han destacado en numerosas ocasiones cómo varias partes de este acuerdo podrían limitar de forma importante el alcance de internet y del uso de los ordenadores.
El acuerdo se ha negociado en secreto y el texto no se revelará antes de 30 días, algo que ya es de por sí especialmente preocupante. No es el único en este sentido: tanto el acuerto TISA como el TTIP persiguen objetivos similares que con la excusa de favorecer el comercio internacional no hacen más que privar a los usuarios de muchos derechos y de buena parte de su privacidad.
¿Qué podemos hacer?
Como explican los responsables de la EFF, hay que tratar de mostrar una oposición total a un acuerdo del que ni siquiera se conocen todas las implicaciones y que deja a los usuarios en la oscuridad total. Entre las propuestas está la de compartir este tuit y hacerlo lo más viral posible añadiendo el eslogan que querríamos ver en una pancarta de protesta:
Aunque el texto no es público, la versión filtrada que se desveló en el mes de agosto lo dejaba claro: esto tendría como consecuencia esa extensión del copyright, el veto a tratar de evitar los mecanismos DRM, castigos indiscriminados por violar el copyright o perseguir y criminalizar el periodismo de investigación que entre otras cosas desvela información filtrada por soplones.
Puede que eso no haga efecto en los gobiernos de los países implicados, pero desde luego debería hacerlo en las empresas y gigantes de internet que precisamente podrían verse afectadas si los usuarios que al fin y al cabo son su sustento de forma directa o indirecta les vuelven la espalda. Veremos cómo acaba todo esto, pero el acuerdo hace que se tambaleen los pilares de la red de redes.
Vía | The Independent