Internet también tiene su lado oscuro. Como todo en la vida. Desde el año pasado ya sabía que en Internet no hay nada privado ni gratis, pero de lo que te voy a hablar ahora es de algo mucho más profundo. Hablo de otros niveles a los que no he entrado nunca ahí ni tengo interés en hacerlo, ya que son sitios peligrosos y esconden mayoritariamente lo peor del género humano. Esto lo sabe mucha gente, pero, en general, las sociedades no son conscientes de ello y únicamente lo comparto contigo para que lo conozcas.
Siempre me ha gustado la metáfora del Océano y del Iceberg para explicar el fenómeno digital. Internet es como un inmenso Océano lleno de sitios webs, herramientas, distintos tipos de usuarios, etc. En él también hay Icebergs y también podría usarlos como metáfora. Si la dimensión actual de la Internet que conoces te parece una barbaridad, ésta no es nada comparada con la que hay en la realidad. Te estoy hablando de la “Internet Profunda” o “Deep Web”, que son páginas que no están indexadas por los buscadores ni se puede acceder a ellas por métodos tradicionales. La Internet que tú conoces representa aproximadamente el 4% del total y el 96% restante se corresponde a la Internet Profunda. Tal y como ocurre con un Iceberg. Tiene su parte visible y reducida y su parte invisible e inmensa.
La Internet Profunda es otro mundo. Más bien es el “inframundo”. Las URL están encriptadas, no se puede acceder por navegadores normales, es ilegal, hay contenido peligroso, etc. Del mismo modo, sólo se puede acceder ahí por el navegador anónimo Tor, tiene su propio “The Hidden Wiki”, tiene su buscador “Grams”, etc. Es un territorio sin ley, en el cual las autoridades policiales también “se sumergen” y la combaten en la medida que pueden.
Soy de la opinión de que el mundo virtual es sólo una extrapolación del mundo real. Por ejemplo, todos sabemos en la vida real por que lugares no se debe ir y si lo haces es bajo riesgo. En Internet ocurre lo mismo y ahora ya sabemos por que sitios no debemos ir.
En definitiva, Internet es una maravillosa herramienta que está transformando las sociedades y los negocios y brindando de oportunidades desconocidas hace décadas, pero es sólo eso, una herramienta. El uso que le damos a la misma ya sólo depende de las personas y, por supuesto, también tiene su lado oscuro.
Foto: El Heraldo. Vista en Colombia Digital