Darío de Regoyos: Viernes Santo en Castilla, 1906.
«No es difícil verle la hermosura a la tristeza —me dijo mientras nos disponíamos a cruzar el puente bajo la lluvia; y luego, encogiéndose un poco de hombros, continuó—: Mucho más complicado me parece encontrar el modo de cortar el nudo de las contradicciones»....