Revista Cultura y Ocio

Invierno cultural

Por Sese
Invierno cultural
Poquito cine, pero ahí va lo que he visto y leído durante este invierno:
Invierno cultural
Un profeta, de Jacques Audiard. Drama carcelario sin lardes, tan duro como real, sin artificios, algo largo pero muy recomendable. Un joven de origen árabe ingresa en prisión. allá deberá hacerse respetar para sobrevivir, las mafias árabes y corsas dominan la vida carcelaria y él se deberá adaptar.
Mr. Brooks, de Bruce A. Evans. Con Kevin Costner y Demi Moore. Un empresario es adicto al asesinato y lucha con su alter ego (William Hurt) por superara la adicción. Desigual thriller que se pierde en tramas secundarias al servicio de Demi Moore. Lo típico de estas películas: para pasar el rato.
Capitanes intrépidos, de Victor Fleming. Grandioso clásico capaz de emocionar al más frío de los humanos. Un repelente niño de papá cae al mar y es rescatado por un barco de pescadores en el que deberá permanecer tres meses hasta su llegada a puerto. Inmensos Spencer Tracy y el niño Fred Bartholomew,  bien acompañados por secundarios de lujo. Imprescindible.
La flaqueza del bolchevique, de Manuel Martín Cuenca. Un ejecutivo bancario se enamora de una niña de quince años. Una batalla interior se desata en él, lucha de sus instintos, su conciencia y el amor...
Atraco al carro blindado, de Burt Kennedy. Simpático western en clave de comedia. John Wayne y Kirk Douglass se asocian para robar un carro lleno de oro, con la particularidad de que el segundo ha prometido matar al primero a cambio de una suculenta recompensa. Lo más destacable es la química entre Wayne y Douglas.
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Memorias de África, de Isak Dinesen. Épica declaración de amor al continente negro, la adaptación a él y la transformación que provoca en una granjera danesa, de la que el lector acaba "enamorado" también.
Déjame entrar, de John Ajvide Lindqvist. Novela de vampiros infantiles, para pasar en ratosin más y darme cuenta de que no siempre la versión literaria en mejor que la cinematográfica.
La metamorfosis, de Franz Kafka. Un clásico que por su brevedad y calidad todos deberíamos haber leído. Un hombre despierta una mañana sufriendo una curiosa mutación que le convertirá en un insecto.
Carta blanca, de Lorenzo Silva. Un joven que sufre un desengaño amoroso se alista en 1920 como voluntario en la Legión. Y es que los sentimientos y los remordimientos pueden arruinar la vida de cualquiera. Primer contacto con Lorenzo Silva que tengo, repetiré.
El largo valle, de John Steinbeck. Relatos cortos de la primera época del escritor, situados en el valle de Salinas, se convierte éste en el personaje central de los relatos. Interesante ver la génesis de algunos episodios de su gran obra: Las uvas de la ira.
El Oasis maldito, de Francisco J. Sánchez Lizón. Novela corta, siete personas desconocidas entre sí aceptan una misteriosa y sospechosa oferta de trabajo. El brillante final es lo mejor de este relato.
La piel de zapa, de Honoré de Balzac. Un hombre, al borde del suicidio acepta un talismán que le concederá todos los deseos: una piel de zapa que menguará a cada concesión y cuando desaparezca el desdichado benefactor del talismán morirá. Gran obra del prolífico escritor francés que nos enseña el peligro de vender nuestra alma al diablo.
La dama de las camelias, de Alexandre Dumas. El hijo del autor de obras tan geniales como Los tres mosqueteros y El Conde de Montecristo escribió este relato que narra el amor imposible entre un joven de familia acomodada y su amante. Al margen de la historia se retrata la hipocresía y costumbres de la alta sociedad parisina de la época.
La flaqueza del bolchevique, de Lorenzo Silva. Lo mismo que la película aunque se acerca más a la idea de Lolita, los bajos instintos y la presentación del protagonista como un ser despreciable (o más despreciable) la distinguen de la versión cinematográfica.

Nada, de Carmen Laforet. Esccrita y ambientada en la postguerra, narra las vivencias de una joven que llega a Barcelona para estudiar siendo acogida por sus tíos. La decadencia de la burguesía de la época, la ausencia de valores, grandes amistades y amores pasionales son retratados en esta brillante novela. Muy recomendable.

Lila y Flag, de John Berger. Historia de amor de dos jóvenes de los suburbios, la lucha por integrarse en la sociedad y ser felices hacen difícil su encaje en el sistema. La injusticia social hace difícil que estos enamorados no busquen oportunidades fuera del sistema, cosa que acarreará su propia desdicha.

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