Título original: Iron Man 3
Año: 2013
Duración: 130 min.
País: Estados Unidos
Director: Shane Black
Guión: Shane Black, Drew Pearce (Personajes: Stan Lee)
Música: Bryan Tyler
Fotografía: John Toll
Reparto: Robert Downey Jr., Ben Kingsley, Gwyneth Paltrow, Don Cheadle, Guy Pearce, Rebecca Hall, James Badge Dale, Stephanie Szostak, Ty Simpkins, Wang Xueqi, Jon Favreau, William Sadler, Bingbing Fan, Yvonne Zima, Dale Dickey, Ashley Hamilton, Stan Lee
Productora: Marvel Studios / Walt Disney Pictures
El descarado y brillante empresario Tony Stark/Iron Man se enfrentará a un enemigo cuyo poder no conoce límites. Cuando Stark comprende que su enemigo ha destruido su universo personal, se embarca en una angustiosa búsqueda para encontrar a los responsables. Este viaje pondrá a prueba su entereza una y otra vez. Acorralado, Stark tendrá que sobrevivir por sus propios medios, confiando en su ingenio y su instinto para proteger a las personas que quiere.
Shane Black guionista de la saga Arma letal y El último Boy Scout, recoge con acierto el legado del superhéroe de la Marvel creado por Jon Favreau en la gran pantalla. Sin embargo, al igual que la segunda parte, peca en algunos aspectos, tiene cosas muy chulas aunque otras no tanto. Es cierto que vuelta a ver la segunda no me ha parecido tan floja como en su primer visionado, aunque me sigo quedando con la primera parte.
Ante una tercera entrega del personaje, el producto está demasiado exprimido, cuarta si contamos su aparición en Los vengadores, qué cronológicamente sitúa la historia entre la segunda y tercera entrega de Iron Man, de ahí que Stark esté sumido en una profunda crisis post-traumática. Así que en un intento de airear el personaje, Shane combina lo sobrenatural de Los vengadores con las buddy movies de los 90.
Por lo tanto en muchos momentos del film la armadura pasa a un segundo plano, los que únicamente quieran ver a Stark enfundado en la brillante armadura, quizás se sientan algo decepcionados. Shane exprime al personaje de Tony Stark y al sargento Rhodes como seres humanos, no como superhéroes. Recordando en muchas escenas a los films que a guionizado anteriormente. He de decir que me parece bastante acertado a la hora de demostrar el verdadero talento e ingenio de Stark para salir de las situaciones más comprometidas, algo que ya se hacía en la cueva de la primera entrega, pero aquí se lleva al límite. Ello conlleva que en muchas escenas se sacrifique la aparición como Iron Man. No significa que sus armaduras (ahora tiene un montón) no aparezcan, nos vamos a hartar, pero todo está mucho más concentrado en secuencias aisladas.
Personalmente lo que menos me ha agradado, no es eso, sino la mezcla con lo sobrenatural. En Los vengadores lo encontré perfectamente integrado, por que el resto de personajes Thor, Hulk o Capitán América se prestaban a ello, pero aquí no me ha convencido del todo. Lo que más me gustaba de las anteriores dentro de la ficción, era su toque real y armamentístico, mientras que aquí aparecen fuerzas ectoplasmaticas.
Como novedad en la saga tenemos armaduras dirigidas por control remoto y acoplables a distancia, visto ya en Los Vengadores y recuperada para ésta, aunque quizás se recurre demasiadas veces a ella, haciendo que pierda su gracia y carezca de emoción.
Como ya desmintió un productor, la película no iba a ser oscura y excesivamente trágica, a pesar de lo visto en el tráiler. Ésta regresa con su mismo nivel de humor y chascarrillos que han caracterizado al personaje, eso sí, en algunas ocasiones más inteligente que en la segunda parte, aunque no tan diferente en su contexto. En las dos anteriores entregas me patinaba en ocasiones su humor facilón y tontuno, más en la segunda que en la primera, cosa que he asimilado mejor en posteriores visionados, si bien, la segunda entrega se hace acopio de ello bastante más que en la primera. Ésta parte la encuentro al mismo nivel de la segunda en cuanto a la cantidad de gracias.
Los efectos especiales siguen teniendo el primer puesto en las últimas adaptaciones de superhéroes, aunque la secuencia final me resulta un tanto acelerada. Y aunque el pulso de la cámara es mucho más estable que en Transformers, hay momentos en que hay tanto malo y armadura en escena moviéndose de manera abrupta, que pierde nitidez visual. Además no es muy emocionante, las sorpresas se ven venir a leguas y el riesgo que corre Stark y Rhodes es prácticamente nulo, siempre hay alguna armadura dispuesta a salvarlos.
En las interpretaciones hay que destacar a Robert Downey Jr. que tiene la esencia de su personaje incrustada en sus huesos. No podría imaginar a otro actor capaz de sustituirlo. Don Cheadle sustituyó a Terrance Howard en la segunda parte en el papel del teniente Rhodes amigo de Stark. Aquí vuelven a ser amigos tras la confrontación/reconciliación de la segunda parte. Su registro es el mismo, aunque el carisma de compañero tipico de las buddy movies no es alcanzado por el actor, lejos está el actor de compararse con Samuel L.Jackson en La Jungla 3 o Damon Wayans en El último Boy Scout. Y su armadura Iron Patriot no se exprime lo suficiente, imagino que a los aficionados al comic les habrá dolido profundamente.
Ben Kingsley en el papel del villano El Mandarín, guarda un as bajo la manga, su parte crítica es inteligente y no se ve venir con antelación, aunque la manera en que está realizado es un poco ridícula.
Gwyneth Paltrow sigue en el papel de la secretaria/novia Pepper Pots con un registro muy similar de su personaje, y aunque respecto a la segunda parte pierde protagonismo en la mayor parte del film, gana heróismo en el desenlace, aunque se ve venir bastante su desempeño en él.
Guy Pearce encarna a Aldrich Killian un científico de la AMI, admirador de Stark al que éste da plantón. Su papel vendría a ocupar el lugar de Justin Hummer interpretado por Sam Rockwell en la segunda parte. Su interpretación es correcta, aunque no destaca por encima de Downey Jr. en ningún momento. Jon Favreau no se ha desvinculado del proyecto, además de ejercer como productor, se ha reservado aparecer también en ésta tercera parte, su aparición se remonta a lo puramente anecdótico. Y para no romper la estela de guiños de las anteriores, Stan Lee, creador del mundo Marvel, también hace una breve aparición de mínimos segundos en pantalla.
La banda sonora creada por Brian Tyler compositor de películas como John Rambo, o algunas entregas de Fast and Furious, mantiene la esencia de las anteriores, algunos auguran que mejora, yo creo que cumple bien, nada más. Un score que acompaña bien, a pesar del uso indiscriminado de cgi, a las brillantes secuencias de acción. A destacar la destrucción de la mansión de Stark y la del rescate de pasajeros del avión, aunque la última no venga muy a cuento, resulta casi más emocionante que la batalla final, un desenlace poco épico. La broma final de los créditos no es asombrosa, pero es graciosa.
El film queda bastante atado en su desenlace, aunque eso no es impedimento a la hora de continuar. Me temo que con lo bien que funciona en taquilla el personaje, y pese a las declaraciones de Downey Jr. de abandonar su personaje, un buen talón nos traerá con el tiempo de regreso a éste en una cuarta entrega.
Un buen intento de revitalizar un desgastado personaje, si bien no me ha parecido la maravilla que algunos pregonan, tampoco un desastre, es entretenida y a nivel técnico mantiene los logros anteriores de Jon Favreau. Eso sí tal como la segunda, hay cosas mejorables. La mejor para mí, sigue siendo la primera parte.
Publicado por
Machete
en
13:07
Etiquetas:
3 Estrellas,
Acción,
Ciencia ficción,
Fantástico,
Machete,
Superhéroes