1) Cuéntame un poco sobre ti...
Soy de Madrid, tengo 42 años y comencé siendo actriz, aunque previamente había estudiado psicología. Ahora he retomado esta disciplina y trabajo también como Psicóloga y profesora de teatro para todos los públicos.
Mi página web es www.isabelpintor.com Aquí puedes ver más sobre mi perfil de actriz.
Mi faceta de Psicóloga se recoge mejor en la web de la empresa de la que formo parte www.ipsimed.com
2) ¿Qué te llevó a elegir tu carrera inicial cuando decidiste escoger tu profesión?
Decidí estudiar psicología en la Universidad Autónoma de Madrid porque mi padre la había estudiado allí y estaba familiarizada con ella. Digamos que era la que menos desconocía de todas las posibles carreras y facultades. Tenía un desconocimiento brutal sobre lo que había, estudiar una carrera era como la única opción hacia donde dirigirme (mi padre tiene tres carreras, sentía que no tenía otra alternativa), pero no para hacer nada en concreto: periodismo, medicina... todo era una incertidumbre. Nadie vino a mi instituto a darnos una charla orientativa, y yo me sentía muy joven y perdida. Así que en la cola para la preinscripción, me decidí casi echándolo a suertes...
Cuando llegué a tercero de carrera, sentí que me había equivocado. Así que decidí irme con una beca Erasmus a Estocolmo. Allí mi vida cambió: vi el teatro más impactante y vanguardista que podía imaginar y volví decidida a ser actriz.
3) ¿Has trabajado en esa área profesional hasta ahora? ¿Cómo te hacía sentir, creías que estabas en el lugar indicado?
Cuando volví a España decidí compaginar mis estudios de Arte Dramático con los de psicología. Lo pasé francamente mal: la carrera me pesaba, tenía que trabajar para pagarme mis estudios de teatro, y solo me ilusionaban mis clases en la escuela de teatro William Layton, donde fui muy feliz. Inmediatamente me salió trabajo como actriz y no paré de trabajar durante más de 10 años, intercalando teatro y televisión. Mis estudios de psicología los tenía aparcados totalmente por aquel entonces. Incluso renegaba de la carrera diciendo que donde más había aprendido sobre psicología era en la escuela de teatro, analizando y poniéndome en la piel de los grandes personajes de la literatura universal.
4) ¿Qué te llevó a decidir cambiar de profesión o emprender, si es tu caso?
Entre un trabajo y otro como actriz, a veces pasaba muy poco tiempo; aún así, eran dos o tres meses en paro, con una sensación de incertidumbre muy grande. Yo no podía estar sin hacer nada, así que empecé primero a crear mis propias producciones pequeñas: espectáculos de pequeño formato, con un presupuesto muy reducido y siempre tirando de amigos para que me ayudaran. Y sobretodo con un derroche grande de talento y mucha ilusión. También me tiraba mucho salir fuera de España, así que conseguí una beca Fulbright que me permitió estudiar un año en Nueva York en las mejores escuelas de teatro y con los mejores profesores en aquel momento.
5) ¿Con qué dificultades te encuentras cuando decides empezar de cero?
A partir de cumplir los 40, los papeles de actriz empiezan a escasear y se me ocurre la posibilidad de dar clases de teatro para todos los públicos. Aquí descubro mi faceta de docente, que me viene de familia ya que mis padres y hermano son maestros. Aquí me siento muy realizada y me doy cuenta de que estoy llevando el teatro a personas con alguna dificultad en el terreno social. Entonces decido retomar de nuevo la psicología y descubro un nuevo campo que no conocía: el Psicodrama, una técnica tan antigua como el psicoanálisis, pero mucho más desconocida, donde teatro y psicología se funden.
6) ¿Quién o qué te inspiró o ayudó para escoger esa nueva profesión o actividad actual? ¿Has pasado por algún proceso de coaching o mentoring?
Entonces, por medio de mi amiga Debora Izaguirre, conozco a una gran psicodramatista española, María Muñoz-Grandes, que busca auxiliares teatrales para sus sesiones de psicodrama. Aquí entro en contacto con un mundo nuevo: las sesiones son muy intensas, los pacientes ponen en escena su propia vida, escenas del pasado, del presente o del futuro, que quieren analizar, recuperar, realizar, superar... El psicodrama les ayuda a sanar sus conflictos, a ponerse en la piel de sus seres queridos, o de sí mismos en aquellas circunstancias pasadas o futuras. Mi papel era enrolarme en los diferentes personajes que aparecían en sus vidas. A veces era duro, tenía que confrontarles con la realidad. Pero por otro lado, sentía un enorme respeto y agradecimiento por dejarme entrar en sus vidas de aquella manera.
7) ¿Has tenido que formarte en algo nuevo para poder cambiar de profesión? ¿Cuánto tiempo te llevó? ¿Invertiste dinero en ello?
Me formé como psicodramatista durante 3 años, después hice un módulo de dos años psicoterapia Psicodinámica para completar mis estudios como Psicóloga desde una orientación diferente, y actualmente recibo otro módulo de Psicoterapia Centrada en la Persona. Si te soy sincera, me estoy gastando una fortuna, pero siento que lo necesito y me ayuda a actualizar mis conocimientos y a darme seguridad como psicóloga.
8) ¿Has conseguido ya convertir esta nueva profesión en tu sustento de vida o estás empezando?
En este momento, estoy a punto de abrir, junto con mi socio y pareja un centro para la salud integral de la persona, donde aunamos nuestros conocimientos, él como médico y psicoterapeuta y yo como actriz y psicóloga. Nuestra empresa IPSIMED (ESCUELA DE INTEGRACIÓN PSICOMEDICA), ofrece ayuda psicológica individual, terapias grupales, cursos de teatro terapéutico, Mindfulness, y otras actividades relacionadas con la salud psicofísica. Se puede decir que en este momento es mi dedicación exclusiva: y en algunos huecos, continúo con mis trabajos como actriz, pero de manera mucho más esporádica.
9) ¿Cómo se lo han tomado personas cercanas a ti como amigos o familiares? ¿Te apoyan y te animan o sientes que no entienden tu decisión?
Mi familia está encantada con este nuevo rumbo que ha tomado mi vida. Tengo una vida más estable que cuando trabajaba como actriz, aunque de vez en cuando lo echo de menos.
10) ¿Qué podrías aconsejar a personas que desean reinventarse para que se atrevan a salir de su zona de confort y den el paso?
Creo que es muy difícil acertar a la primera con una carrera o con un trabajo. Probar diferentes profesiones es muy enriquecedor y te ayuda a abrir la mente, a ser creativo. Y a encontrar tu propio camino, a emprender una nueva disciplina en la que tú puedes ser pionero.