Isótopo raro

Recientemente leí un artículo de José Ignacio Torreblanca, “Héroes civiles”, que zarandeó mi conciencia. Narra brevemente las proezas de tres ciudadanos que se han enfrentado a la corrupción y a los que nombra como X, Y, Z. Ejemplares. Habla del “premio” recibido por sus acciones. Remata así: ¿Cuántos españoles saben sus nombres? ¿Dónde están las estatuas, los libros, las películas, las condecoraciones, las invitaciones al Congreso, las audiencias reales? No pongo aquí sus nombres: hagan ustedes el ejercicio cívico de buscarlos. Se lo deben. @jitorreblanca

Me sentí aludido, alguna cara tenía en mente pero el recuerdo era borroso o directamente inexistente. Acepté el reto, ¡qué menos!, me paso la vida despotricando contra la patulea insana que desangra mi tierra sin piedad y estoy en deuda, en efecto, con quienes reparan mi maltrecha FE. Así que busqué, navegué con un hermoso rumbo. Allá vamos.

Ciudadano X: José Luis Peñas. Era joven cuando se infiltró en la trama Gürtel, una de las muchas hidras de la corrupción que habitan en la ciénaga del Reino de España. Asqueado de lo que veía en su Ayuntamiento, Majadahonda, del que era concejal, se hizo con cientos de documentos y 18 horas de conversaciones grabadas que pusieron contra las cuerdas a “su” Partido Popular y enviaron a la cárcel a decenas de personas (delincuentes) Premio: denunciado por revelación de secretos (en lugar de medalla por revelación de la verdad).

Ciudadano Y: Jorge González. Jefe de los servicios jurídicos de Urbanismo de Marbella. Destapó el Caso Malaya, aunque él dice que la situación era conocida hasta por el conserje del ayuntamiento. Un caso de 2.400 millones de euros, 86 personas procesadas (6 condenadas). Destituido y trasladado de su puesto por hacer informes negativos (más positivo imposible), hace 37 años prometió cumplir y hacer cumplir la ley y eso estaba haciendo.

Ciudadana Z: Gracia Ballesteros Fernández, ingeniera de Caminos. Denuncia la corrupción en la empresa pública Acuamed (su empresa) cuya consecuencia es una “insoportable situación” de acoso laboral ante su “negativa a realizar las acciones irregulares” que le eran ordenadas, situación que delató de esa manera en varias cartas, solicitando en una de ellas “amparo y protección”. Tuvo que darse de baja por acoso. Fue despedida. En sus cartas hablaba de varios compañeros en situación grave de presiones a los que se les “amenazaba con el despido si no acataban las órdenes irregulares del director general”. El presidente de Acuamed y SECRETARIO DE ESTADO DE MEDIO AMBIENTE, Pablo Saavedra, recibió tres denuncias sobre graves irregularidades en los contratos y acoso laboral en la empresa pública a las que nunca contestó. Afirmó que se enteró de las represalias contra los trabajadores que denunciaban “por la prensa” al estallar el escándalo. Mintió. Ahora admite que fue informado en verano de 2015. La trama que conforma la operación Frontino ya está bautizada como “organización criminal”, otra más de la marca España.

Podían haber hecho la vista gorda, tener un Jaguar en su garaje, un ático en Marbella, un Vuitton las esposas y un Rolex el marido. Lo que quisieran. Pero su conciencia no estaba en venta. Todos esos tertulianos del PP de almorrana que van por ahí pregonando de asiento en asiento su lucha a boca partida contra los corruptos (casos aislados*) y mentirosos de su partido y de los que dicen avergonzarse ¿Qué piensan del Ciudadano X, alias José Luis Peñas, ex compañero de partido? Pues que es un traidor y más villano que héroe, este es la doble moral de estos gladiadores de la pureza. Falsos, tomad ejemplo de lucha. Lo que son las cosas, quién me iba a decir a mí que un “villano” del PP acabaría siendo un ídolo, un ciudadano al que se puede votar como alcalde o presidente con toda tranquilidad. Un antisistema.

José, Jorge, Gracia, os quiero, si, coño, os quiero, siempre estaré a vuestro lado o detrás para intentar seguir vuestro ejemplo. Delante sería un honor que aún no he alcanzado y no sé si algún día podría hacerlo, es posible que tenga más “pico” que valor pero veo claro el camino para lograrlo por lo bien que lo habéis señalado. Ojalá fueseis la marca España. Ojalá hubiera tantos héroes como villanos. Ojalá a todos nos diera por rescatarlos del olvido y proclamar sus méritos a los cuatro vientos porque son los verdaderos anti corrupción, los que pueden conseguir que robar de miedo y no salga gratis, o mejor aún, cambiar el ADN de nuestra conciencia. De momento son Isótopos raros.

(*) En mi última entrada sobre los “casos aislados” de corrupción hay un comentario curioso de whatgoesaround sobre este concepto: Ese caso que comentas se llama en la naturaleza “isótopo raro” (e inestable). Muy difícil de encontrar en estado natural, enseguida se “descompone”.