Señores lectores: Como podréis comprobar en el hilo anterior, en este blog ha surgido un debate interesante sobre la cuestión israelí y más generalmente, la “cuestión judía” que siempre surge en todos estos debates sobre la legitimidad o no de Israel, sobre Palestina y sobre qué papel puede jugar Europa al respecto. Digo “Europa”, porque la mayoría de los lectores aquí son europeos y de otros países fuera de EEUU. En esta entrada, me limitaré a hablar exclusivamente del último conflicto en Gaza. No pretendo hablar sobre toda la historia de estas guerras entre israelíes y palestinos porque es un tema extenso que requiere tomos y tomos de escritos. Creo que para abordar estas cuestiones la mejor manera es hablar según surjan los conflictos. Al final de esta entrada, también contestaré los comentarios del último hilo de nuestro compañero Pedro, Javier, Andeca y Josué.
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Como todos los que me han ido siguiendo saben, en general, suelo defender las acciones del estado democrático israelí porque pienso que las democracias tienen superioridad moral encima de las dictaduras o teocracias. Pero también sabéis que una de mis fuentes de autoridad en política exterior es la gran Madeleine Albright. Albright fue la ministra de exteriores en la época de Clinton y la que optó, porque no quedaba otro remedio, por bombardear la Serbia de Milosevich. Sin embargo, esta vez Albright (os recuerdo que además ella es judía), ha dicho que Israel se ha pasado ocho pueblos en la contienda y que está en riesgo de perder su “autoridad moral”. Con ese antecedente y esa gran fuente de experiencia, aportaré mi opinión sobre este particular conflicto en Gaza.
El día 15 de julio, la prensa occidental exigió que Hamás y otros grupos de “resistencia” operando en Gaza acepten el alto el fuego israelí-egipcio. Leyendo por encima, suena razonable, ¿verdad? Eso le permite desorientar a las masas que no están realmente familiarizadas con el conflicto y los detalles.
Conociendo los detalles, no me quedó más remedio que hacer lo que siempre hago: ser analítico y “frío” en mi análisis. La primera objeción que me surge es esta: ¿Cómo puede Hamás acordar un tratado o negociación en la cual nunca ha jugado un papel y que fue forjado por sus DOS enemigos? La prensa internacional no le exigiría a Israel ponerse de acuerdo con unas condiciones pactadas entre, por ejemplo, Hamás e Irán – una analogía imperfecta ya que Hamás e Irán tampoco colonizan ni sitian a israelíes, pero ya me vais entendiendo, creo.
En segundo lugar, ¿por qué los palestinos están siempre obligados a aceptar cualquier oferta, independientemente de sus condiciones? En este caso, simplemente se recupera el acuerdo de alto el fuego del 2012 – un acuerdo que Israel ha violado constantemente, por cierto.
En este caso, no es correcto hablar de “los dos lados” en el conflicto. No son los “dos lados” los que han tomado a miles de reos como prisioneros políticos. Los “dos bandos” no se torturan sistemáticamente. Los dos lados no controlan la libertad de movimiento ni el acceso al mar, el agua o la educación. No existe una proporcionalidad entre los dos, como bien dijo la propia Albright.
Así pues, se hace imposible hablar de los “dos lados” sin que caigamos en una injusticia obvia. La idea de “los dos lados son malos” paraliza. Al emplear esa táctica, se hace imposible llegar al fondo de la cuestión, que es la siguiente: al margen de que toda democracia deba poder defenderse siempre, la gran pregunta en el aire sobre Israel es si debemos ignorar el hecho de que es un país que ocupa un territorio que no fue suyo y si hay que acabar con las prácticas colonialistas. Este es el meollo de la cuestión, muy bien traído a colación aquí por el compañero Pedro.
Cuando se iniciaron los ataques contra Gaza por parte de Israel, el Presidente Obama se quedó callado. Era una diferencia notable del aplauso abierto que aportaban otras administraciones hacia TODAS las acciones israelíes. Luego, cuando atacaron de forma terrible un colegio de las Naciones Unidas, Obama rompió su silencio y dijo que “la pérdida de vidas civiles en Israel y Gaza le preocupaba profundamente”. Pero como otros mencionaron en el hilo anterior, es verdad que debemos reconocer el “lobby judio” en Estados Unidos ya que todo presidente se ha visto, por motivos económicos desde los años 60, dependiendo en gran parte de este “lobby” que es muy poderoso en USA y no tiene nada semejante en Europa.
El problema en su raíz es el sionismo
A muchos lectores, esta declaración mía les tomará por sorpresa, pero tampoco entiendo muy bien el por qué. No lo entiendo, porque a mí jamás se me ha preguntado directamente sobre el asunto ni en este blog se ha escrito una entrada demasiado detallada sobre si “apoyo a Israel” o no. Siempre me he limitado a hablar de acontecimientos concretos cuando he defendido a Israel. Principalmente, he defendido las acciones israelíes si las encajo con la lucha antiterrorista global (que sí apoyo obviamente defienda quien lo defienda). Pero creo que sería muy osado pensar que todas las acciones de Israel encajan con la lucha antiterrorista global, y aquí sí es donde yo creo que los “europeos”, especialmente los jóvenes, podemos aportar otra visión sobre el conflicto. Está claro que en los Estados Unidos, debido a diversos factores (entre ellos el poder mediático de los intereses pro-israelíes), no han tenido la misma oportunidad de abrir los ojos sobre la cuestión.
El sionismo es una filosofía política que defiende la existencia de una tierra para los judíos. El movimiento se inicia en los 1800s con Teodoro Herzl y da lugar a la fundación del estado de Israel en 1948. Muy al contrario de lo que se piensa, este “conflicto” no lleva “milenios”. Antes de 1948, los judíos, cristianos y musulmanes en “Palestina” vivían pacíficamente.
Gaza ha estado ocupada militarmente por Israel desde 1967. Israel mantiene un control absoluto sobre Gaza y su población.
Este particular ataque sobre Gaza sí representa una extensión del proyecto “sionista”. No se está luchando contra una organización terrorista global como es Al Qaeda, ni mucho menos una organización cuyos objetivos sean atacar a Europa o a los EEUU. Desde un contexto sionista, pues, todo palestino se convierte en blanco de la ira israelí, incluido la población civil (el 70% de los muertos ahora son civiles, desafortunadamente).
Por otra parte, entendamos y aceptemos que Israel quiere poner fin a los ataques de misiles que envía Hamás. Hamás ha demostrado en su pasado que es capaz de poner fin a estos ataques. Los intentos de mediación han fracasado hasta el momento aunque tarde o temprano habrá otro alto el fuego. Sin embargo, se mantiene el peligro de volver al caos y a la violencia en cualquier momento salvo que un alto el fuego se incluya en un tratado más amplio y contundente. Gaza necesita acceso al mundo, Fatah y la organización para liberación de los palestinos podrían volver al escenario político en Gaza, pero con un Hamás poderoso en el territorio. Sería un paquete contradictorio y muy difícil de manejar, pero Gaza no puede ser rescatada de su miseria ni de guerras en el futuro sin aliviar a Hamás, por lo menos hasta cierto punto, de las consecuencias de su aislamiento. Esto, obviamente, es una píldora muy amarga que tenemos que tragar los que detestamos todo lo que representa el islamismo radical, pero puede que sea la única manera para abrir un camino más positivo.
Bien, ¿y EEUU? ¿Qué papel debe jugar? ¿Es EEUU un árbitro deseable?
Como podréis ver en el hilo anterior, se habló puntualmente de una solución de dos estados: Israel y Palestina, y que precisamente EEUU debe jugar el papel fundamental en esa solución. Discrepo, discrepo bastante.
Muchos americanos se ahorran el trabajo cognitivo que exige mirar las cosas fríamente y creen que los palestinos, al ser árabes, son terroristas en potencia o, en el caso de los fundamentalistas baptistas, que los judíos tienen a Israel por orden de Dios en anticipación del retorno de Cristo. Otros simplemente apagan la tele. Pero para un porcentaje de la población, es importante creer que el gobierno americano está haciendo todo lo que pueda para solucionar el problema – este proceso se llama el proceso de “paz en Próximo Oriente”.
Aquí no hay ningún “puzzle” – la fe liberal en la energía e integridad del proceso de paz liderado por EEUU está equivocada. Lo cierto es que EEUU ha obstaculizado siempre cualquier solución de paz porque comparten el criterio israelí sobre qué se puede hacer y en qué plazo conseguirlo.
Lo que nadie ha dicho (nadie entre los más activos defensores del sionismo político) es lo siguiente: Desde Menachem Begin, ha quedado patentemente claro que Israel jamás aceptaría ninguna auto-determinación palestina si esta auto-determinación significa mermar el poder israelí, es decir, limitar su gran poder sobre el territorio. La supremacía israelí se tenía que mantener, sea como sea. Todas las claves de seguridad seguirían en manos israelíes y cualquier soberanía palestina sería simplemente de una autoridad administrativa para regular los asuntos de los habitantes árabes en sus cosas particulares, que no el control del territorio ni la seguridad.
Aquí es donde vemos el engaño. Todos los “procesos de paz” de Washington, de Carter a Obama, se han sostenido sobre la noción de que los palestinos serían soberanos en el 22% de sus tierras históricas (las que quedaron después de la fundación de Israel). Carter sí usó la palabra “auto-determinación” pero sus sucesores nunca más usaron esa palabra hasta George Bush II y Obama – ellos hablaron de un “nuevo miembro de la ONU” y de un estado independiente y soberano, Palestina, viviendo en paz junto a Israel.
En la práctica, EEUU no ha hecho nada para frenar el decrecimiento continuado del territorio palestino, porque los asentamientos continúan. EEUU también ha frenado, con contundencia, cualquier intento de independencia palestina. El ejemplo más famoso fue en septiembre del 2011, cuando la embajadora de EEUU a la ONU, Susan Rice, bloqueó un voto para decidir sobre Palestina y su solicitud para ser un estado ante el Consejo de Seguridad.
La “cuestión palestina” está anclada en una tierra de nadie diplomática, un lugar donde el discurso es vacío y sin contenido concreto, donde lo antiguo, lo viejo se muere pero no puede nacer lo nuevo.
¿Qué se puede hacer ante este panorama? Bueno, eso dependerá de esta pregunta: ¿Por qué EEUU ha actuado como “abogado de Israel”? La mayoría ha dicho una gran verdad en el hilo anterior que yo también debo reconocer: el lobby pro-Israel, que tiene el dinero suficiente para intimidar a políticos en el Congreso americano. Esto no lo dicen peligrosos comunistas ni “enemigos pro-terrorists”. Lo dice por ejemplo el famoso autor politólogo de la escuela “realista”, Juan Mearsheimer, publicando un famoso libro titulado El lobby israelí. Mearsheimer y su co-autor Stephen Waltz argumentan que esta obsesión con defender a Israel desvía de los intereses nacionales de EEUU en Próximo Oriente.
No creo que esta sea la única teoría ni motivación detrás del apoyo incondiconal de EEUU a Israel. Aunque el lobby judío es poderoso, no es ni mucho menos el único lobby poderoso en el país. Yo personalmente creo que la cuestión palestina está también atada al futuro del “imperio” useño.
En un “memorandum” de 1978, escrito en las más altas instancias de los poderes presidenciales en EEUU, la famosa “Joint Chiefs of Staff” dejó bien claro que el interés más primordial y absoluto de EEUU en la región es (cito del texto) — “acceso continuado a los recursos de petróleo” en el Golfo Pérsico y para impedir “que surja un poder enemigo o una combinación de poderes que puedan establecer hegemonía contra EEUU” en las zonas petrolíferas. En la Guerra Fría, ese enemigo era la URSS. En 1990, Irak. Ahora, los enemigos de la región, los enemigos de Israel.
En resumidas cuentas, EEUU tiene intereses en la región que impiden un “proceso de paz” realmente objetivo.
Por mi parte, seguiré defendiendo a Israel cuando sea necesario y condenaré sus acciones cuando la justicia lo exija. En todo caso, no hay que quitar de vista lo principal: hace falta justicia para los palestinos también.
Ahora paso a responder algunas cosas del hilo anterior.
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@Pedro:
“En mi opinión el estado de Israel nunca debió ser creado ni la Palestina británica dividida en dos. Un estado bastado en la raza y la religión, conceptualizado bajo la idea de que un grupo étnico expulsado hace 2.000 de un sitio debe volver a él (algo que si se aplicase de forma general alteraría absolutamente los actuales estados y sociedades), es algo que para mi no tiene sentido y que nunca debió permitirse.”
Exacto. Este es el “pecado original” de Israel. Todo lo demás lo entendemos de este pecado en orígen.
“Pero una vez creado los árabes no debieron atacarlo. No voy a entrar en justificaciones, en la razón moral que podían tener de base o no, la cuestión es que no debieron hacerlo porque comenzaron una espiral de odio que ha ido contra ellos como la historia ha demostrado.”
Una de las cosas que más me chocan mucho de esta cuestión es lo que dijo una ministra israelí – “cuando los árabes amen más a sus hijos de lo que odian a los judíos, podemos hablar de paz”. Al margen de considerar eso, sí que el odio hacia Israel por parte de esos árabes no tiene precedentes. No lo hemos visto en ninguna otra sociedad ocupada, ese nivel de odio.
“Pero eso es historia y ahora mismo Israel es un estado consolidado y ya no se puede ir marcha atrás. En esta situación la solución óptima es la de los dos estados, si no puede ser bajo el plan de partición inicial por lo menos que sea bajo las fronteras del 67. Esa debe ser la exigencia.”
Yo estoy a favor de que hablemos de eso, de un retorno al plan inicial y que Israel vuelva a las fronteras del 67.
“En este contexto no sé si la solución menos mala podría ser que Egipto se anexionase Gaza y Jordania Cis-Jordania. Creo que eso evitaría los ataques de Israel sobre Gaza (no se atreverían a atacar a un estado como Egipto con esta ligereza) y, a la vez, los militares egipcios reprimirían a Hamás como han hecho con los Hermanos Musulmanes. Sé que es una solución totalmente arbitraria pero vistas las circunstancias puede que sea la menos mala.”
Bueno, sí. De hecho no olvidemos que además sería de justicia, de justicia de libro. Gaza y la terrible situación de los medio millón de palestinos hacinados en esa costa es una creación egipcia, el resultado directo de cuando las tropas egipcias intentaron borrar del mapa a Israel en mayo de 1948. Obviamente, fueron derrotados por el pequeño ejército israelí.
“Creo que se debe denunciar más la influencia de casi todos los lobbys y, sobre todo, su papel económico en la democracia americana (pago de campañas, etc)”
Sí, de hecho, el poder de estos lobbys (de algunos) es tal que determinan la política. Obviamente, eso destruye la democracia y la convierte en un chiste.
“Sí. Piensa en los Kibutz, que al final no dejaban de ser conceptualizaciones basadas en los socialismos utópicos del siglo XIX europeo. De hecho los inicios del estado de Israel fueron bastante socialistas aunque en una conceptualización racial bastante cerrada.”
Exacto.
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Javier:
“es EEUU quien se ha beneficiado para sus intereses (y lo de “intereses”, por supuesto, sin que ello sea nada malo, cada país tiene los suyos) de apoyar a Israel, así como de ser el promotor de las conversaciones de paz con los árabes.”
Sí, claro, lo que no está claro es precisamente si eso va realmente a favor de los “intereses” americanos. El libro que cito en la entrada más bien dice que no.
“Las conversaciones de paz lo que han hecho ha sido mantener bajo el control de EEUU tanto a árabes como a israelíes (casi toda la zona, puesto que Egipto y Jordania suscribieron tratados de paz con Israel por mediación de EEUU, y la relación con los saudíes ha sido distante pero pacífica), siendo un agente estabilizador y frenando la posibilidad de penetración en Oriente Medio primero de la URSS y luego de Rusia y China, y garantizando la estabilidad en la zona, que ha sido importante para que los países atlantistas y occidentales se aseguren unas reservas de petróleo que no caigan en manos de rusos y chinos.”
Correcto. Lo que ocurre, no obstante, es que también hay una cuestión de justicia. Ya la gente está tan informada (sobre todo fuera de USA) que no están tan dispuestas como antes a decir “bueno, como USA lo hace por estos intereses, no pasa nada”. Más bien pasa todo lo contrario: genera más odio.
“De hecho en más de un blog o web israelí (hay más de uno en español), curiosamente se han dado cuenta de esto y piensan que EEUU los trata como si fuera papá con un niño pequeño. Piensan, o perciben, que los americanos los tratan o los ven así y no les hace demasiada gracia estar controlados por EEUU.”
¡Anda! Esto no lo sabía aunque precisamente cuando escribía esta entrada, me pregunté si no han surgido voces israelíes más “nacionalistas” que resientan siempre estar bajo la tutela de EEUU. Ya veo que, como era de esperar en un país tan nacionalista, sí hay voces críticas.
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@Josué — Javier será muchas cosas, pero “sionista” no es. Quizá es algo más “pro-Israel” a la vista de otros, pero ni mucho menos como lo que se lee por Red Libegal o Libertad Digital. Lo que pasa es que, hay que mirar las cosas con intereses también y actualmente no hay otro país en esa región que garantice los intereses de EEUU. Sea bueno o malo es otra cuestión. Claro que, evidentemente hay una situación terrible, pero no quita lo demás. En esta web no hay sionistas, ni hay “pro judíos” ni las cuestiones que tratamos son esas. Aquí lo que se defiende es la democracia, la justicia, la verdad y la razón, caiga quien caiga. No nos casamos con nadie ni sentimos compromiso alguno con una religión o moral determinada. Nuestro compromiso es con el ser humano, con su libertad y la democracia. Punto pelota.
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@Andeca: Me sumo totalmente al último comentario de Pedro, en esto:
“Algunos pensamos que la fuerza y el poder conllevan unas exigencias, y que un estado presuntamente democrático no puede actuar igual que un grupo terrorista y se le deben exigir las responsabilidades que a los terroristas no se les pueden exigir.Si a usted no le parece así entonces el problema lo tiene usted, no yo.”
Eso no quita, como le comentó Javier, lo demás que usted comenta, que también lo acepto en tanto que todos los lobbys son contraproducentes.
Además le diré que debe sentir plena confianza en el compañero Pedro, porque jamás ha sido fascista, ni tiene antecedentes fascistas, ni mucho menos podemos compararle a Le Pen. Basta con leer su blog años y años atrás para ver que Pedro jamás jamás jamás estaría involucrado en un movimiento ultraderechista. A él le interesa, porque es lo que ha comentado, los abusos que se están cometiendo en la región.
Espero haber contestado debidamente a casi todos. Si he fallado, me lo decís y contesto lo que haya quedado pendiente.