Se va notando que en esta zona del mundo ya pronto entrará la primavera, parece que tenemos ganas después del frío que hemos pasado y esas ganas yo las vuelco en este jabón de rosas, que huele genial; rosas, vainilla y azahar una mezcla divina, todo fragancias pues los aceites son tan caros que sería imposible para el bolsillo, pero aún así no deja de ser maravilloso su olor.
Este versión he decidido hacerla en los moldes que antes empleaba para los jabones de glicerina, la verdad no me disgusta el resultado pues al mismo tiempo que se ve artesanal se le nota el toque elegante. ¿que opináis? No me animaba a hacerlos en estos moldes por miedo a que se quedasen pegados, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando este jabón en concreto se desmoldó casi solo con darle la vuelta al molde. Eso sí usar fragancias en estos jabones de aceite acelera la traza que ya puedes correr para enmoldar enseguida.
Ahora estoy empezando ya la época de las bodas, una ya está en marcha, cuando se casen os enseñare fotos.