

Dirigida y co-producida por Bryan Singer, director de la saga X-Men, Superman Returns y Sospechosos habituales. Con un presupuesto de 300 millones de dólares. Protagonizada por nuevas promesas (Nicholas Hoult, Eleanor Tomlinson) y caras muy conocidas (Ewan McGregor, Stanley Tucci). Escrita por tres guionistas y producida por New Line Cinema. De unos ingredientes excelentes pero mal mezclados sale un resultado poco original.
Jack el Cazagigantes es la historia de las habichuelas mágicas tradicional, sin más modificaciones o adaptaciones que unos efectos especiales -sobre todo los gigantes, paradójicamente muy humanos- que logran convencer y un 3D bien aprovechado en la narración. Es la historia del campesino que se encuentra accidentalmente con unas judías especiales que, sin querer, moja. De ellas nacen unos tallos gigantes que, creciendo kilométricamente hasta arriba, alcanzan una ciudad paralela de enormes gigantes. Entre los dos mundos pelearán por la conquista del reino y, cómo no, por el amor de una princesa a la que arrebatan de cualquier atisbo de independencia entre tanto género masculino dominante.

La sensación no es decepción, ni mucho menos: la ecuación entretiene y mantiene un buen nivel de efectos digitales que se dejan mimar por la mirada atenta del espectador. Sin embargo, no se percibe ningún tipo de entusiasmo en su planteamiento. ¿Dónde están esos giros inesperados? Jack camina en línea recta y viendo el horizonte.
