Esta información que os comparto es de suma importancia para saber de antemano qué cualidades hay que tener en cuenta cuando queramos comprar un buen jamón, pero sobre todo, conocer las propiedades que hacen que el jamón ibérico sea un producto imprescindible de nuestra gastronomía.
Los nutrientes que aporta y todas sus propiedades hacen que sea necesario comerlos durante todo el año, no solo en celebraciones especiales.
Jamón ibérico: tres claves para identificar su calidad
Históricamente, los jamones ibéricos siempre han estado considerados como uno de los productos más típicos de la gastronomía de nuestro país. El excelente sabor que desprende en el momento en el que se introduce con nuestro paladar, actúa como una de sus principales señas de identidad.
Para que un jamón sea considerado ibérico, debe contar con al menos un 50% de pureza de cerdo de raza ibérica. En el caso de los de mayor calidad, este porcentaje aumenta hasta cubrir el 100%, como es el caso de la paleta ibérica 100% bellota. Por naturaleza, el jamón ibérico presenta unas cualidades organolépticas y nutricionales excepcionales que no se pueden encontrar en ningún otro producto. A continuación, tres claves para identificar un jamón ibérico de calidad.
La apariencia de la pata
En primer lugar, es importante que prestemos atención a cuál es la apariencia externa de la pata. Las patas de los jamones ibéricos se caracterizan por contar con un aspecto estilizado, con la caña fina y la pezuña presentando ligeros síntomas de desgaste. Pese a que pueden llegar a existir múltiples diferencias entre diferentes patas de jamón ibérico, en términos generales este es uno de los denominadores comunes.
Debemos fijarnos en la grasa exterior, concretamente en el color. Es habitual que presenten un color entre amarillo y anaranjado. Este tono es el resultado de la oxidación de los lípidos que se ha producido durante su proceso de maduración. Al tacto, suele ser un tipo de grasa muy aceitosa, desprendiendo a simple vista un tono brillante muy característico.
El interior
Si por algo se diferencian los jamones ibéricos es por el intenso color rojo que podemos encontrar en su interior. No es fruto de la casualidad esta diferencia de tono con respecto a jamones de otras categorías, puesto que es el resultado que podemos encontrar a partir del extenso proceso de maduración que deben llevar a cabo estas piezas hasta poder reunir todos los ingredientes necesarios con los que ofrecer el mejor sabor.
La disposición de la grasa también es otro de los aspectos que debemos tener en cuenta. En el caso de los jamones de bellota, esta disposición se intercala con las hebras de la carne, no siendo necesario que se sitúen únicamente en un extremo.
El etiquetado
Además de los dos elementos mencionados previamente, no podemos obviar la importancia que el etiquetado asume en este tipo de productos. En la etiqueta podremos obtener la información necesaria para conocer si se trata de un jamón o de una paleta, dependiendo de si se ha extraído de la pata delantera o de la trasera. En función de esta información, también podremos conocer cuál es el tiempo de maduración que ha necesitado hasta recorrer las necesidades requeridas en términos de maduración.
En la misma etiqueta también podemos conocer cuál es la raza y la alimentación que ha llevado a cabo el animal. A mayor pureza de la raza es habitual que la calidad del sabor del jamón también sea mayor. En este mismo elemento también podemos conocer si el jamón cuenta con Denominación de Origen. En este caso, tendremos las garantías de que se ha elaborado adecuándose a toda la normativa existente que presente cada una de las cuatro denominaciones que podemos encontrar en nuestro país.
Los beneficios del jamón ibérico en nuestra salud
- ◾El jamón ibérico actúa como una importante fuente de proteínas con una gran cantidad de nutrientes y de vitaminas.
- ◾Previene la anemia gracias al alto contenido en hierro.
- ◾Es compatible con dietas bajas en calorías, por lo que actúa como uno de los alimentos más saludables en cualquier dieta.
- ◾El alto contenido de ácido oleico convierte al jamón ibérico nos protege de las enfermedades cardiovasculares. Además de aumentar los niveles de colesterol bueno.