Es un directivo atípico que con 32 años se convirtió en director general del grupo Globalia. Hoy, Javier Hidalgo compatibiliza sus tareas ejecutivas y la promoción de nuevas ideas de negocio con un estilo muy particular.
La carrera de Javier Hidalgo, en la empresa de su padre no pudo empezar de modo más crítico. Era el 11 de septiembre y estaba en un restaurante celebrando su nombramiento como presidente de Air Europa, cuando un amigo le llamó: “¿Sabes que están volando las Torres Gemelas de Nueva York?”...
Recordando el momento, Hidalgo tuvo la percepción de que su tarea no iba a ser tan fácil como pensaba. Y así fue.
Hijo del fundador, Juan José Hidalgo, y posteriormente director general de todo el grupo Globalia, Javier asegura que en aquellos meses posteriores al 11-S se decidió su futuro como ejecutivo y empresario. Su nombramiento era la culminación de tres años de aprendizaje en diversas divisiones del grupo. Convencido de que ya estaba en condiciones de afrontar responsabilidades, su padre le preguntó si se atrevía con la compañía aérea. “Claro que sí”, respondió el joven Hidalgo.
Pero, los atentados agravaron la situación del sector de viajes y turismo, ya en descenso desde hacía algún tiempo. Tanto, que no hubo más remedio que llevar a cabo una drástica reestructuración de Air Europa. Toda una prueba de fuego para el recién llegado. “Fueron momentos muy difíciles, porque había que tomar decisiones inaplazables. A mi padre, que no le gusta despedir gente, ni decrecer, aquello le afectaba”, comenta Hidalgo hijo. Entonces, él y su hermana María José, ahora directora general de Air Europa, diseñaron y ejecutaron un plan.
Un cambio de estrategia
El rumbo de Air Europa cambió y, de competir con Iberia por el mercado de pasajeros regulares, se pasó a un modelo híbrido de línea regular y tráfico turístico. Esto implicó un reposicionamiento de la línea aérea, de su imagen y un nuevo tipo de publicidad.Medidas drásticas. También se tuvieron que adoptar decisiones duras: “Nos vimos obligados a liquidar Air Europa Express, renegociar la reducción de personal con los sindicatos y negociar con Iberia la devolución de unos aviones nuestros que ella explotaba”.
Al tiempo que solucionaban estas brechas, los hermanos trataban de mejorar la oferta de la compañía. “Cosas como cambiar el modelo de servicios a bordo y mejorar la atención al cliente”.
Y volvieron los beneficios. Por extraño que pueda parecer, dada la juventud de Javier y su poca experiencia, el reto fue superado. El 2001 la compañía tuvo pérdidas pero, al año siguiente, regresaba a los beneficios. “A toro pasado, vemos que la reestructuración fue algo bueno y que, de no haberse hecho, la compañía no hubiera sobrevivido”.
Nuevas responsabilidades... Pero, lo más importante fue que los buenos resultados y el temple demostrado por su hijo en la operación alentaron a Juan José Hidalgo a confiarle nuevas responsabilidades. Y en 2002 dejó la presidencia de Air Europa en manos de su hermana María José para ocuparse de la dirección general de todo el grupo. “Mi padre me fue pasando los temas relacionados con el día a día del grupo, observándome atentamente desde lejos”. Hoy, desde su despacho en el piso más alto del nuevo edificio de Globalia, Javier se ocupa de multitud de aspectos búsqueda de nuevas líneas de negocio para Halcón.
De casta le viene...
“Una de las explicaciones de que esto haya sido relativamente fácil, tanto para mi hermana como para mí, es que hemos mamado las empresas desde pequeños, pues a mi padre le gustaba compartir sus problemas diarios en la mesa”. Además, prosigue Javier, “los negocios eran muy atractivos para un joven como yo. Viajes, turismo, aviones... Desde pequeño, quise trabajar en ello”.
Cuando Javier terminó su formación en Estados Unidos y regresó a Madrid, se convirtió en la sombra de Herminio Gil, entonces consejero delegado del grupo. Era una época interesante, pues Gil llevaba a cabo la última gran ampliación de Halcón . “Era un hombre con gran intuición, agresivo y práctico que quería que las agencias empezaran a producir y vender, y del que aprendí mucho”.
Pero este aprendizaje no explica, sin embargo, la pasión con la que Hidalgo vive su experiencia como número dos de Globalia. “Creo que comparto con mi padre el gusto por innovar y romper moldes, como hizo con Air Europa y Halcón. A mí también me gusta buscar nuevas formas de hacer las cosas”.
LAS INICIATIVAS DEL INGENIOSO HIDALGO
Javier Hidalgo parece haber heredado de su padre el interés por emprender negocios nuevos y ensayar formatos innovadores. Algunas de sus iniciativas han nacido en el seno de Globalia. Otras, las ha realizado al margen del grupo.Agencia de modelos.
Con unos tres años de antigüedad, View fue su primer negocio al margen de Globalia. “Iba a montar una productora para agencias cuando un amigo me convenció de que lo interesante era crear una agencia. Lo hicimos y el negocio va de maravilla”. Al contrario de lo habitual, Hidalgo ha actuado sólo de socio capitalista. “No he tenido que intervenir, pues el negocio ha ido bien con la gente que lo lleva”.Melody Maker.
Esta empresa de fabricación y distribución de moda es su último negocio, puesto en marcha al 50% con unos socios italianos. “Nació también de la propuesta de un amigo. Me gustó la idea de la marca, basada en la ropa de los años sesenta, y está funcionando muy bien”. La colección ha empezado a venderse en tiendas multimarca, pero en breve la empresa tendrá su propia red.Energía solar.
También reciente es su proyecto de energía solar. “Quiero crear una de las mayores centrales de energía solar de Europa”, dice. En su opinión, teniendo en cuenta la situación de los precios del crudo y el Protocolo de Kioto, “la implantación de esta energía es inevitable y seguro que será un gran negocio”. El esquema es construir centenares de minicentrales que su empresa ofertará llave en mano a los posibles interesados, “a los que se garantiza la rentabilidad”. El proyecto, en el que Javier actúa de socio capitalista, de gestor e impulsor, es fruto de su asociación con dos ingenieros, uno de ellos amigo suyo de la universidad.Hoteles urbanos.
En el marco de la expansión de Globalia en el sector hotelero, Javier se ha reservado la creación de una cadena de hoteles boutique urbanos. “Quiero crear establecimientos diferentes para un público joven, con nuevos esquemas de decoración, servicio y restauración”. El problema es que “los precios inmobiliarios están tan disparados que es difícil que así salgan las cuentas”. Pero Javier no se ha amilanado. “Hemos reenfocado la fórmula posicionándola en un segmento más alto para seguir adelante”.LA EXPERIENCIA PEPECAR
PepeCar es la idea de negocio más conocida de Javier Hidalgo, una peculiar empresa de rent a car, que ha destacado en el sector. Y que gana dinero. “Se trataba de buscar un modelo informal, para jóvenes, que pudiera venderse por Internet o en las agencias Halcón”.Todo empezó, explica Javier, “cuando Miguel de Lucas, que venía de EasyCar, me propuso la idea en Fitur 2003, y me pareció genial. Siempre me han interesado los negocios de bajo coste porque la propia Air Europa nació con esa filosofía.
Como despedida les dejamos algunos vídeos de su padre, Juan José Hidalgo.
El vídeo más personal de Javier Hidalgo.