Hay un artista al que nunca hemos terminado de prestar la atención que merece pese a que casi todo lo que habíamos oído de él nos había parecido bueno o muy bueno. Sin embargo, por unas cosas u otras, no encontrábamos el momento adecuado para meternos en su obra. Nuestro desconocimiento de la misma, al margen de hitos puntuales como algunos temas de la Yellow Magic Orchestra o sus bandas sonoras para “Merry Christmas Mr.Lawrence” o “El último emperador” era casi total hasta el punto de que, cuando hace unos meses vimos en una tienda su disco “BTTB”, pensamos que era una novedad por lo que decidimos buscarlo al llegar a casa para darle un par de escuchas. El resultado nos fascinó pero fue entonces cuando reparamos en el hecho de que, lejos de ser una novedad, se trataba de una reedición con ocasión del 20º aniversario del lanzamiento original del disco. A modo de reparación por ese absoluto desconocimento de la carrera del músico decidimos comprar el disco y nuestra intención era que se convirtiera en la primera reseña de Ryuichi Sakamoto (porque es de él de quien hablamos) que apareciera en el blog.
Comoquiera que las cosas no siempre salen como uno las planea, recientemente supimos que nuestro admirado Jeroen Van Veen había decidido lanzar una de sus ya imprescindibles antologías pianísticas dedicada, en esta ocasión, a la obra de Sakamoto. El músico japonés comenzó su carrera precisamente componiendo para ese instrumento aunque sus primeros éxitos llegaron en el campo del pop electrónico como miembro de la antes citada Yellow Magic Orchestra. También sus primeros trabajos en solitario tuvieron a los sintetizadores y los samples como protagonistas. En la última etapa de su carrera ha regresado con frecuencia al piano con discos como el citado “BTTB” lo que hace de Sakamoto un artista ideal para pasar a formar parte del ya extenso repertorio de Van Veen. Explica el pianista holandés en las notas del disco la gran versatilidad de las composiciones de Ryuichi que suenan muy diferentes en las diferentes versiones de estudio de lo que lo hacen interpretadas en directo. Para la ocasión, Van Veen estuvo trabajando sobre las partituras publicadas por Sakamoto hasta completar tras volúmenes pero justo cuando estaba terminando, recibió una nueva versión de las mismas con nuevos arreglos aún mejores por parte del compositor por lo que decidió volver a grabarlo todo, conservando en algunos casos la primera versión para mostrarnos así las dos interpretaciones de la pieza. El resultado final es una extensa caja de cinco discos publicada, como es habitual en Van Veen, por el sello Brilliant Classics.
Ryuichi Sakamoto
El primero de los discos recoge fundamentalmente piezas de Sakamoto para el cine así como varios cortes de “Async”, uno de sus últimos trabajos. Escuchamos así el celebérrimo tema central de “Merry Christmas Mr.Lawrence”, la juguetona “Dancing in the Sky”, la preciosa melodía principal de “El Cielo Protector” o uno de los temas de “Gohatto”. En general es un disco meditativo con muchas piezas que casi se podrían catalogar de “ambient” como es el caso de “Ubi”, del disco “Async”, que bien podrían firmar Harold Budd y Brian Eno junto con maravillas románticas como “Aubade”, impresionistas como “Mizu no naka no bagatelle” o minimalistas (“Reversing”).
El segundo disco sigue la linea del primero, con piezas procedentes de las bandas sonoras de “El último emperador”, “Tacones Lejanos”, “The Revenant” o incluso de la de un videojuego para la PlayStation2 que Sakamoto realizó en su momento. Junto a ellas escuchamos composiciones pertenecientes a otros trabajos incluyendo una de las canciones más populares de la Yellow Magic Orchestra (versionada en su día por artistas que van desde Michael Jackson hasta Eric Clapton). Destacamos “M.A.Y. In the Backyard”, en el más puro estilo de Steve Reich, la emotiva “Zero Landmine”, grabada para un disco benefico contra el uso de las minas anti-persona que contó con la participación de estrellas internacionales de la talla de Kraftwerk o Brian Eno, “Behind the Mask” (la pieza de la YMO a la que nos referíamos antes) o “Rain” de “El último emperador” pese a que en esta versión para piano solo pierde mucha de su fuerza original.
El tercer disco se basa en el disco “Coda” que el músico publicó en 1988 y que aquí aparece casi en su totalidad acompañado de una pieza de su disco de debut en solitario, “Thousand Knives” (magnífica la versión de Van Veen) o de un par de ellas procedentes de sendos trabajos de la Yellow Magic Orchestra. A destacar “1919”, de nuevo en una linea muy próxima a la música de Steve Reich, “Before the War” que nos recuerda al mejor George Winston, “A Brief Encounter” con esa solemnidad tan rotunda, “The Fight”, las “debussianas” “Beyond Reason” y “Last Regrets” o “Castalia” de la etapa de Sakamoto con la YMO.
El cuarto disco, por su parte, se centra en el CD “BTTB” de 1999 con la adición de un par de piezas procedentes de otros trabajos. Precisamente son estos dos temas los que abren el disco con “Amore” del disco “Beauty” como el más destacado. No queremos hablar demasiado de “BTTB” porque será un disco que comentaremos con más detenimiento en el futuro pero no podemos dejar de mencionar como la gran influencia del trabajo a Erik Satie, presente en casi todo el álbum pero muy especialmente en composiciones como “Opus”, “Intermezzo” o “Lorentz and Watson”. Magnífica y muy inspirada es “Sonatine” mientras que “Bachata” tiene un aire “raveliano” muy marcado. Mención especial para la delicada “Energy Flow”, una joya que se cuenta entre nuestras preferidas de todo el disco.
El último CD de la colección es el más variado ya que prácticamente todos los cortes proceden de discos diferentes salvo en el caso de “1996” que aparece representado con tres y “Heart Beat” que lo hace con dos. Piezas como “Tamago 2004” con su aire a Chopin o “Before Long” (de nuevo Debussy) son de lo mejor de este volumen en el que también destacan “Tatorso”, la vagamente “glassiana” “Bibo no Aozora” o la vivaracha “Sayonara” que cierra el disco junto con la igualmente rítmica “High Tide”.
Sakamoto ya había grabado varios discos en los que él mismo interpretaba muchas de sus composiciones en arreglos para piano como los titulados “/04” y “/05” pero hoy en día no son demasiado fáciles de encontrar. Es por eso que esta antología de Jeroen Van Veen gana en interés y es absolutamente recomendable tanto para los seguidores del músico japonés como para aquellos que quieran introducirse en su obra partiendo de cero. Pese a haber ganado varios premios de gran prestigio incluyendo un Oscar, un Grammy, un BAFTA o dos Globos de Oro, su obra no termina de ser lo conocida que debiera más allá de sus dos o tres bandas sonoras más populares. Esta recopilación no es en absoluto representativa de su obra ya que se limita a las piezas para piano solo y a arreglos para ese instrumento cuando Sakamoto podría ser considerado principalmente un artista electrónico. Sin embargo, se trata de música tan interesante que esta antología nos parece casi imprescindible para cualquier amante de la música de piano, acierto que hay que anotar en la cuenta de un Jeroen Van Veen que sigue ofreciendonos maravillosas colecciones monográficas que nos permiten acceder de golpe a una gran cantidad de música de un mismo autor. Si a eso añadimos la calidad habitual (y el excelente precio) de las grabaciones del sello Brilliant Classics, es casi absurdo perderse este lanzamiento.