Revista Cine
Directores: Chad Stahelski & David Leitch
Viendo "Lockout" recordé que también quería ver "John Wick", opera prima de estos dos sujetos, porque me parecía que ambas son de solvente y entretenida acción desenfrenada, aunque con sus legítimas diferencias y particularidades. Me llamaba la atención que "John Wick", para ser una película de acción y protagonizada por Keanu Reeves, tuviera tan buen recibimiento crítico, al menos para el tipo de película que es. Le ha ido lo suficientemente bien como para que se haya asegurado una secuela. A mí me ha sorprendido: me ha gustado, o la he disfrutado; el punto es que no es nada mala (al menos no es la ridícula e insultante mierda de "Kingsman", a la que sí le fue bien, vaya uno a saber porqué) y está hecha con mucha efectividad y habilidad. Además siempre es un placer ver a tipos malos ser masacrados sin compasión.
John Wick es un tranquilo hombre al que, por desgracia, se le muere la esposa y, para peor, más tarde unos sacos de mierda le roban el auto y le matan al perro. Los hijos de puta son gente poderosa, pero John Wick es un asesino a sueldo retirado que ahora vuelve a las andadas, y no por negocios, sino que por algo personal. Claramente, fallar no es una posibilidad.
Soy un espectador simple, o mejor dicho, soy una persona simple: Tomas a un sujeto que no molesta a nadie y haces que unos arrogantes bastardos lo molesten, y ya me atrapan: quiero verlos arrodillados, llorando y constatando que molestaron al tipo equivocado. Ahora, si haces que los malos cometan un daño irreparable, me atrapan aún más. Y si haces que ese daño sea matar a un perro (algo imperdonable, una sentencia de muerte para el perpetrador de tal crueldad), entonces ya no hay salida para mí: voy a llegar hasta el final, incluso si la cinta es mala, que no es el caso tampoco. Además, ¿cómo no comulgar con un hombre dispuesto a aniquilar a la mafia rusa para vengar la muerte de su perro (perra, mejor dicho)? Siempre da gusto ver algo así. Aún recuerdo la enorme satisfacción que me causó ver la vehemencia con que Tom Hardy defendía la vida de su pitbull en "The Drop", y me daba risa que los otros personajes dijeran cosas como "ten cuidado, este tipo de verdad está dispuesto a matarte por el perro", como si fuera una locura sin fundamentos. Oh, y la rabia e indignación que me provocaba el que los malos de ésta dijeran "¿y esto lo haces por un maldito perro?". Es razón suficiente en mi libro. Recuerdo que una vez, cuando tenía como catorce o quince años, vi a un sujeto darle patadas a un perro (creyéndose la gran cosa, el huesudo insípido) y me enojé, así que tome una piedra del tamaño de mi puño y se la lancé al maldito idiota. Afortunadamente tuve buena puntería y le llegó en la frente. Salí arrancando, debo admitirlo, pero también el perro, y me gustaría pensar que el pobre encontró un buen lugar o al menos que no fue molestado otra vez por aquel sujeto que definitivamente no vio la piedra venir. Claramente no se lo conté a nadie porque la moral acá es muy imbécil y me habrían castigado en vez de felicitado, si bien está claro que debí ser más activo y, no sé, dejar al can en un refugio de animales, con gente más capacitada que yo. Como sea, ya ven que la película me parece de todo menos absurda e ilógica y tonta y lo que sea. Además, no nos engañemos: tiene buen look, buenas coreografías, una realización efectiva y con personalidad, buena banda sonora...; todo lo que se le pide, formalmente hablando, a una cinta de acción y disparos. Pero claro, algunas de ellas tienen esos ingredientes aunque sin saber mezclarlos coherentemente en tanto conjunto, que no es el caso de "John Wick", con un estilizado tono de lo más atractivo y que se sustenta a lo largo de su preciso y conciso metraje de noventa y tantos minutos. Es decir, tenemos intensidad en las secuencias de acción (la del Red Circle me encantó) y también tenemos conflicto y una clara dirección/intención dramática (simple pero clara y, en mi caso, convincente a rabiar) cuando no es la superficie de la imagen la que se mueve. No es como esas cintas de acción en que todo es disparos y explosiones y persecuciones e igualmente uno se cansa y se duerme; acá uno de verdad está enganchado a lo que pasa. Por lo demás, me ha gustado mucho el submundo criminal construido, con esa organización plagada de pintorescos personajes, reglas y lugares (el hotel es genial, su conserje, su dueño), o las monedas y las llamadas para "reservar cenas". En fin, para mí fue una auténtica gozada. Si debo reprochar algo es el tramo final, no tan intenso o fenomenal porque es como la "indeseada" continuación del trabajo, ya saben, no tiene como pilar fundamental la venganza del perro, si bien lo de Willem Dafoe fue un golpea bajo y tenía que ser "balanceado". Y para qué estamos con cosas, el casting deja bastante que desear (sobre todo con el sujeto de "Game of Thrones", la asesina mediocre e incluso papá ruso. A Keanue Reeves lo dejo fuera de críticas porque me cae bien, pero no me tomen por fan ciego). Como sea, disfruten de lo lindo, miren que como cinta de acción, "John Wick" se plantea y ejecuta la mar de bien.