Revista Arte
Jose domingo, almería: canciones hechas con el alma que añora el viento fresco de la primavera
Por Asilgab @asilgabJose Domingo tuvo un sueño el día que concibió su último disco, Almería, y se refugió del fuego con el que el sol del desierto le castigaba. De esa necesidad de guarecerse nacieron estas nueve canciones; canciones hechas con el alma que añora el viento fresco de la primavera, pues Almería es el compendio de lo que un artista es capaz de hacer a la hora de reinventarse y reinterpretar el clasicismo del flamenco o la fusión de estilos. En Almería asistimos al mestizaje de lo más puro con lo más cotidiano, de lo más trascendente con lo más superficial, de lo soñado con lo real... De ahí, que cuando iniciamos la audición de Palidez, primer single y canción que abre el disco, vayamos de la mano de Jose Domingo sin miedo, pues nos lleva por territorios que reconocemos aunque nos suenan como si fueran nuevos. En esa original diferencia, asistimos a la sonoridad de unas guitarras españolas que se unen sin miedo a las cuerdas de las guitarras eléctricas que nos traen los ecos de los grupos ingleses y españoles de los años sesenta, a las que Jose Domingo disfraza con una tenue peineta en forma de nota españolísima. Una forma de estar y de sentir que se traduce en profundamente flamenca en el inicio de Hubiera sido lo normal, pero que se transforma en un paisaje sonoro donde los tintes de la psicodelia andalusí se difuminan en pinceladas de guitarras flamencas y por ende española: "tengo un agujero en el alma y es de la medida justa de tu cintura y ella no va a encajar". Un mestizaje que se disfraza de tonos muy próximos a Triana y su potente sinfonía sonora, en Tus ojos de mujer, un tema al que Jose Domingo añade nuevos matices del siglo veintiuno con una secuencia psicodélica de fondo, porque en esta forma de reinterpretar lo ya hecho y escrito se encuentra el duende de Jose Domingo, y es ahí donde nos muestra una necesidad íntima por llegar a encontrar la esencia de sus sueños: "y yo caeré..." Un reto que no se diluye en Piedras en los bolsillos:"soy un soñador/ que sueña despierto./ Cuando fijo los ojos.../ salgo a volar." con unas guitarras de fondo que suenan a duelo bajo el sol en Sierra Madre, y que recrean muy bien ese desafío a lo establecido con profundos riffs flamencos.
Obsesionado es una nueva estación de este apasionado via crucis sonoro, repleto de guiños y reflejos a una fe en uno mismo que resultan conmovedores: "soñando con poderte besar" y que nos arrastran hasta esos terrenos donde los ecos del rock andaluz de Triana vuelven a resonar contundentes, pero esta vez, aderezados de tenues matices de lo que han dado en llamar como luminosa psicodelia mediterránea. Una intensidad que se apacigua en la inmensidad de la nostalgia de En blanco y negro, pues las guitarras nos retrotraen hasta ese embrujo melancólico de Madredeus,lo que nos demuestra una vez más la armonía de los matices musicales que atesora Jose Domingo, pues lejos de sentir miedo a la hora de componer su música, se muestra atrevido, sagaz y acertado como pocos, y una buena muestra de todo ello es este En blanco y negro; una canción a la que no le sobra nada. Más que perfumado podría reinterpretarse por esa vuelta a los sonidos más pop que terminan de completar el gran elenco de matices que posee la música de este artista gerundense con profundas raíces flamencas remasterizadas con el pop, el rock y la psicodelia. Un ímpetu que se torna más íntimo en Se irán contigo, donde las sombras de las despedidas se ciernen sobre las notas nostálgicas de cantautor, a lo Leonard Cohen, ya sin miedo a enfrentarse a la inmensidad de la soledad. Matices que se difuminan como el sol de la última tarde verano en Un caballo solo, corte del disco que lo cierra en forma de nuevo experimento musical y narrativo: "la luna llena ya da luz a todo el campo/ Y un caballo va corriendo lejos, solo", en forma de música de cámara que avanza hasta un quejido universal donde el dolor del alma se da la mano con la esperanza, porque tenemos que recordar que Almería es un disco de canciones hechas con el alma que añora el viento fresco de la primavera.
Ángel Silvelo Gabriel.