Jóvenes autoras y temas tabú

En algún momento todos como lectores tendemos a pensar que no se puede innovar más en la literatura juvenil, que todo está escrito y que sólo dependemos de la pluma de los autores para que nos atrapen en una vieja historia con giros nuevos. Y es en ese momento cuando,  desprevenidos, cae en nuestras manos algún libro que nos revela que aún se nos puede sorprender, y que quedan nuevas historias por escribir. Normalmente esto suele ocurrir cuando el autor se arriesga con algún tema tabú casi nunca tratado hasta entonces. Por eso hoy quiero hablaros de dos recién llegadas que han aportado un soplo de aire fresco a las distopías que nos inundan desde hace tiempo.

Empezaré por Anna Carey, autora de Eve, publicado por Roca Juvenil, que nos presenta un mundo en el que un virus acabó con el 98% de la población, y en el que se está reconstruyendo la sociedad bajo unas medidas muy poco ortodoxas. La trama que la autora nos presenta es interesante e intrigante, y a ello también contribuye la baza de un ritmo rápido que hace adictiva su lectura. Chicas y chicos han sido segregados, y a ellas se las educa con el temor a los hombres. Podemos observar lo fácil que resulta adoctrinarnos para creer en algo y aceptar ese algo como una verdad única sin poner en duda su autenticidad, pero también comprobaremos que una vez sembrada la duda, la curiosidad hace el resto…  Al principio Eve es muy ingenua, pero no le queda otro remedio que aprender nuevas maneras de sobrevivir cuando descubre que todo lo que le han contado es mentira, y a medida que se enfrenta y adapta a todas las situaciones nos daremos cuenta de lo fuerte que realmente es. Precisamente a finales de enero ha salido Una vez, continuación de la serie.

Lauren DeStefano, por su parte, ha creado un mundo distópico en el que saca a colación temas que muchos autores tienen miedo a tocar. En Efímera, primer libro de su trilogía El Jardín Químico, publicada por Puck,  nos introduce en un mundo afectado por un uso excesivo de la ingeniería genética y en el que se ha recurrido a la poligamia para evitar que la humanidad desaparezca. Y a ello se suma en su secuela, Fiebre, el tema de la prostitución. Los que leísteis el primer libro no os sentiréis decepcionados por esta continuación. Aquí los detalles son mucho más vívidos, intensos y sorprendentes. El estilo de escritura de la autora juega un papel importante, ya que nos hace sentir igual de desamparados e impotentes que los protagonistas, al presentarnos un mundo tan siniestro y cruel  en el que no nos podemos fiar de nadie. Aun así, Rhine y Gabriel siguen siendo valientes, no dándose por vencidos y continuando adelante a pesar de todos los obstáculos que se les presentan.

Ambas autoras exponen temas delicados pero tratados de forma ejemplar y sin herir sensibilidades, aunque bueno, esto no se lo preguntéis a la mayoría de padres norteamericanos y a según qué padres españoles también… Está claro que, para que existan más autores valientes que traten temas políticamente incorrectos, también deben existir editores que apuesten por esas historias y se suelten la melena. Porque los tiempos han cambiado, nuestros jóvenes también, y porque en la literatura juvenil cualquier tema es bienvenido siempre que se haga de una manera educada y con los detalles necesarios de acuerdo a la edad del lector.