(Roma. EFE. 05/10/2010)
Roma y El Vaticano iniciaron los preparativos para recibir a los millones de fieles que llegarían para celebrar la decisión
El papa Juan Pablo II, fallecido el 2 de abril de 2005 en Ciudad del Vaticano, será beatificado entre abril y mayo de 2010 en Roma o en Cracovia (Polonia), según publicó hoy el diario La Repubblica.
Según el diario, existen un grupo de partidarios en Roma y otro en Cracovia, para que Karol Wojtyla sea proclamado beato en una u otra ciudad.
El grupo de Roma es mucho más institucional, más ligado a la Curia vaticana y ya está organizando el acto con la alcaldía de la capital para celebrar la canonización en la plaza de San Pedro.
Esa plaza fue también escenario de la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta, del Padre Pío, del español José María Escrivá de Balaguer y de Juan XXIII durante el pontificado de Wojtyla.
Los preparativos
Mientras tanto, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno ha empezado a pensar en la maquinaria organizativa en vista de los millones de devotos que llegarán a la ciudad, si finalmente se decide por esta opción.
La opción que encabeza el grupo radicado en Cracovia, diócesis dirigida por Wojtila antes de ser elegido Papa, que pretende también recibir el privilegio de acoger su beatificación, se está barajando en el Vaticano tanto en el terreno diplomático como en el eclesiástico.
Según el diario, lo que está claro es que la beatificación del papa Juan Pablo II se llevará cabo entre abril y mayo de 2010.
Detalles más precisos, dice “la Repubblica” se darán el miércoles próximo en la iglesia de los polacos de San Estanislao, en Roma, durante la presentación del libro “El Papa que no muere” escrito por el biógrafo de Woytila, el vaticanista Gianfranco Svidercoschi.
Trato especial
En 2008 el Papa Benedicto XVI ya autorizó que la causa de beatificación comenzase sin tener que esperar a los cinco años de la muerte de Juan Pablo II, como establece el Código de Derecho Canónico, y señaló que no habrá más excepciones al procedimiento.
El no tener que esperar a los cinco años sólo se ha producido en otros dos casos, cuando Juan Pablo II lo autorizó con la Madre Teresa de Calcuta, y recientemente con Sor Lucía, la vidente de Fátima, por expreso deseo de Benedicto XVI.