Júbilo Rengo

Júbilo porque es lo que causa Riquelme con la pelota, y Rengo porque esta vez no selló su buen partido con uno de esos goles coperos.

El rendimiento de Martínez es la demostración más clara de lo extraordinario que es el |10|.
Lo normal de un buen delantero como el burri en el fútbol nuestro es ser irregular, y muchas veces no alcanzar un máximo rendimiento ya que las chances son escasas, la pelota llega poco y mal jugada, la marca es cruel y es mucha, y hay pocas opciones para elegir. No sé qué más esperan que hiciera el pobre burrito.

El Rengo no es normal, es capaz de maniobrar con su aburriiida lentitud entre la maraña de piernas rivales, y salir airoso ante un mal pase, ante la generosa marca rival, y ante las dificultades generales de nuestro fútbol. 
Todo esto + apenas ha jugado siete partidos en un año y con intervalos por lesiones + ronda los 44 años + soporta una renquera crónica = es normal el agotamiento que acusó en el final de partidos tan duros como el de Ñuls.
Especialmente teniendo en cuenta que más se cansa un jugador como Riquelme cuando menos entra en contacto con la pelota, así como le sucedió al |10| en buena parte del segundo tiempo de Boca - Ñuls.
Martínez ha tenido un rendimiento aceptable, puede dar más, pero no le podemos exigir que jugase como El Rengo.