Un nuevo estudio desarrollado por expertos del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, concluye que jugar con videojuegos con moderación es beneficioso para los niños. Los investigadores pretendían determinar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los videojuegos en los niños, para ello evaluaron los hábitos de juego de casi 5.000 niños del Reino Unido con edades comprendidas entre los 10 y 15 años.
De la investigación se desprenden varias conclusiones, los niños que jugaban una hora diaria con los videojuegos eran más felices, emocionalmente más estables y más propensos a ayudar en las tareas del hogar o a los amigos, que los niños que no jugaban nunca. En cambio, los niños que jugaban una media de tres horas diarias eran más propensos a estar malhumorados, ser menos sociables y tener mal comportamiento, más infelices y por supuesto, a tener adicción a los videojuegos, como ya hemos comentado, la moderación es una regla que se debe aplicar en cualquier aspecto de la vida.
Aunque en cierto modo se puede creer que los videojuegos tienen muchos efectos sobre el crecimiento emocional de los niños, los expertos indican que no es así, los resultados muestran que el tiempo que los niños pasan jugando tiene un solapamiento máximo del 1’6% con el desarrollo social de los niños, ya sea positivo o negativo. Explican que probablemente otros factores influyen de forma más significativa en la salud emocional de los niños, como por ejemplo la estabilidad social y económica de la familia, el tipo de educación, las relaciones escolares, etc. De acuerdo que existe un vínculo estadístico pero como vemos es una cifra pequeña, por lo que se cuestiona su relevancia.
Los investigadores explican que tres de cada cuatro niños del Reino Unido juegan a diario a los videojuegos y no se han hallado efectos negativos en el desarrollo emocional en aquellos niños que jugaban entre una y tres horas al día, pero superando las tres horas se producían los efectos antes indicados. Los expertos explican que si los niños juegan y se divierten es lógico que tiendan a ser más felices, además apuntan que los videojuegos son buenos, ya que obligan a resolver problemas y superar obstáculos, algo que puede ser muy gratificante para los niños.
Apuntan que los videojuegos utilizados con moderación pueden facilitar que los niños conecten socialmente con sus compañeros de escuela con más facilidad que los niños que nunca juegan a los videojuegos. En la mayoría de ocasiones las amistades se basan en intereses mutuos y los videojuegos son un nexo de unión, por lo tanto, los niños que no juegan pueden terminar sintiéndose excluidos de las conversaciones. Los expertos explican que hay que tener en cuenta las conclusiones de la Academia Americana de Pediatría, los padres deben limitar el tiempo que los niños pasan jugando a las videoconsolas o en los ordenadores a una hora al día, pero no prohibirlos.
Como consejo, los investigadores comentan que los padres que están preocupados por el crecimiento emocional de sus hijos, quizá deberían jugar con ellos a los videojuegos, será un modo de ayudarles y compartir algo que beneficiará a la familia. Por otro lado, tendrán una mejor comprensión sobre por qué los niños juegan a este tipo de juegos y qué beneficios pueden obtener con ello. Recordemos que se han publicado varios estudios sobre el tema desde hace algunos años y las conclusiones indican que los videojuegos pueden ser beneficiosos, pero siempre utilizados con moderación. Podéis conocer más detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica Pediatrics.
Foto | Seth W.
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Jugar con videojuegos con moderación es beneficioso