Jugar a curar: genes en el espacio (del inglés Play to Cure: Genes in Space) consiste en un proyecto de Ciencia Ciudadana que utiliza el esfuerzo lúdico de millones de personas para avanzar en la investigación científica. A cargo de la organización Cancer Research de Reino Unido (CRUK, por su sigla en inglés), se trata del primer videojuego para teléfonos inteligentes en el que personas de todo el mundo podrán ayudar a los científicos a develar los datos de genes que propician el cáncer de mama.
El videojuego ha sido diseñado para que sus jugadores ayuden a los investigadores científicos a obtener resultados en el análisis de cantidades enormes de información genética de muestras de tumores. Posee una destacada particularidad y es que no se necesita saber algo sobre oncología o genética para poder jugarlo, cualquier persona puede hacerlo, divertirse y así ayudar a la comunidad científica a descifrar datos que ayuden a diagnosticar y tratar la enfermedad.
¿En qué consiste el juego?
En un escenario que se ubica en el futuro, una misteriosa sustancia ha sido descubierta en los huecos del espacio profundo. Apodado “Elemento Alfa“, la sustancia ha sido refinada para uso en medicina, ingeniería y construcción y pronto la industria de este elemento explota a lo largo y ancho de la galaxia. Como empleado de Bifrost Industries, uno de los mayores comerciantes de la sustancia, el trabajo del jugador consiste en recoger la mayor cantidad de elementos alfa y cambiarlo por mejoras en su nave espacial, que le permitirán maniobrar en el curso por el espacio lleno de asteroides.
En síntesis, el juego consiste en guiar una nave espacial a lo largo de un camino intergaláctico con obstáculos, asteroides y planetas, mientras se debe recoger el material precioso llamado “elemento alpha”.
La ciencia detrás del juego
Lo que el usuario no sabe en realidad es que cada vez que dirige la nave hacia el Elemento Alfa, está desvelando patrones e inconscientemente aportando análisis de variaciones en la información genética, ya que el elemento alpha representa los datos genéticos que podrían provocar ciertos tipos de cáncer. Para asegurar la exactitud del estudio, cada sección de datos de genes es procesada por varios usuarios diferentes.
La información generada por el videojuego es remitida a los investigadores del CRUK para que la analicen y puedan encontrar los errores en el ADN relacionados con el cáncer, que en un futuro podrían servir para desarrollar nuevos tratamientos. Los científicos usarán la información recogida de los jugadores para averiguar qué genes de los pacientes con cáncer son defectuosos. Esto les podría ayudar a desarrollar nuevos medicamentos para defectos genéticos específicos y nuevas formas de descubrir cómo es el desarrollo del cáncer desde el primer momento.
La investigación llevada adelante por los científicos del CRUK produce cantidades colosales de datos, algunos de los cuales solo pueden ser analizados por el ojo humano, un proceso que puede llevar años. Por ello, si miles de personas en todo el mundo juegan tan a menudo como sea posible, podrán ayudar a los investigadores a procesar todos estos datos.
El formato de la aplicación fue creado en un evento de la CRUK que se llamó GameJam y que reunió a los científicos y oncólogos de la organización con 52 programadores informáticos. Aunque los informáticos y los oncólogos solo se enfocaron en el cáncer de mama para la programación, en un futuro este tipo de aplicaciones puede servir para que todos los aficionados a los videojuegos colaboren con la investigación científica de varios carcinomas al mismo tiempo que se divierten.