'Primero me moriré yo de hambre que le hará falta algo a mi hijo/a'. 'Para el chico/a lo que sea, yo ya me apañaré'. 'Pobre, es que no hay trabajo, bastante tiene ya'. 'Toma esto: para tabaco y gasolina'. 'Tienes que salir con los amigos, toma veinte euros'. 'Si me grita porque no le gusta la comida es porque está muy nervioso, no es para menos'. 'Que no le falte la TV por cable ni Internet, tiene que distraerse'. 'Se pasa todo el día en el sofá… pero es que el pobre no tiene ganas ni de hacerse la cama'.
¿Te suena todo esto? ¿Conoces algún caso? Es delicado generalizar pero es posible hacerlo. Mientras hay jóvenes que se preocupan, comentan y salen a la calle a quejarse de la situación, otros languidecen en el sofá de sus casas 'protegidos' por sus padres. '¡Qué mala suerte ha tenido el pobre!'
Padre, madre, ¿no crees que algo de lo que le pasa a tu hijo (y a ti), es también culpa tuya? ¿Te has preocupado de tener cultura y de dársela a tu hijo? ¿Se te ha ocurrido pensar por ti mismo a quién deberías votar? ¿No te das cuenta de que has estado colaborando para que nuestra sociedad llegue a ser lo que es ahora? Que bastantes problemas tienes ya, sólo te faltaba pensar… Ves que los Bancos se nos comen por la garreta, alabas por listos a los especuladores, y admiras a los políticos corruptos que nos suben los impuestos, la luz, el gas, el agua, las autopistas… ¿y votas todo eso? ¿Te extraña pues que en tu pecado lleves la penitencia?
¿Cómo se atreven a criticar a los jóvenes del 15-M y nos refriegan por las narices a los hooligans de la selección española que saca a la calle a un millón de ellos? ¿Qué valoras más? Yo no se tú, pero veo un futuro bastante negro de mucho circo y poco pan. Como no hagamos que algo cambie…
Padres, madres, está claro, sois unos colaboracionistas miedosos y ahora os toca tragar. Y con vosotros vuestro hijo/a, porque aunque se esté dando la vida madre con el tiempo tendrá la desgracia padre. Nada, nada. Seguid cuidándolos, que no les falte de nada, que no sufran los pobres, escondámosles la realidad, ¡protejámoslos! La cuestión es que no los estamos protegiendo del verdadero enemigo: La ignorancia, la incultura, la inconsciencia. Este es el verdadero enemigo y no el paro. Nosotros podremos llegar a pensar que si criamos una juventud idiotizada podremos tener una generación perdida, pero ¿y ellos, los de arriba? ¿Sabes qué piensan ellos, los poderosos a los que admiramos y les hacemos la cama? Fíjate si es cruel lo que piensan los espabiladillos que nos mandan: Juventud sometida, partida ganada.
¿Y si dejáramos que sufran un poco? ¿Y si les espoleáramos a que se movieran y vieran la realidad? ¿Que es joven? Exacto, es el momento de educarles en el sacrificio, en el esfuerzo, pero no en el esfuerzo que quieren los conservadores, no; no en el esfuerzo en busca de la economía, sino en el esfuerzo de su formación como personas, no como carne de cañón. ¿Qué esto es muy escurridizo y se te escapa de entre las manos? Pues párate a pensar sobre ello y verás que es posible haya algo más que pura economía en la vida. No es bueno que el hombre vaya detrás de la zanahoria; a la bestia puede pasarle, pero al hombre no debería.
Que la realidad es apabullante y muy dura… Cierto, pero alguna cosa podremos hacer ¿no? ¿Qué te parece para empezar, simplemente pararnos un poco a pensar? Y luego a hacer. Tomar decisiones. ¿Te gustan las cosas tal y como están? Empieza a cambiarlas ya. Se puede.
Deja de admirar mitos. Son personas como nosotros, con sus grandezas y bajezas. Lo que tienen es que son seductores y muy tramposos, no nos dejemos engañar. Exige tus derechos. Mira bien a quién votas. No sientas envidia cuando tu vecino ha ganado con la especulación, vaya en coche de lujo, o cuando gente de la farándula roba a diestro y siniestro. No te creas que los 'triunfadores' lo son de verdad, también están llenos de mierda, probablemente más que nosotros. No te dejes influir por la propaganda de los medios. Desarrolla el espíritu crítico. Mira bien lo que votas. Si no eres capaz de hacerlo por todos, hazlo al menos por ti y los tuyos, pero sin dejarse engañar por montajes comecocos. Sé consciente y exige; que también tienes derechos, aún no los has perdido todos. Puede que descubras que otra manera de entender la vida es posible.
Caña a los malcriadores de hijos que están haciendo de ellos una generación perdida.
Juan-Lorenzo