Revista Cine

Killers (U.S.A., 2009) (Apuntes sobre el cine que viene XLIV)

Publicado el 09 agosto 2010 por Manuelmarquez
Killers (U.S.A., 2009) (Apuntes sobre el cine que viene XLIV)¿EL SEÑOR Y LA SEÑORA QUÉ...?
Soy de los que piensan que toda obra artística —entendida en sentido amplio; es decir, las canciones de Georgie Dann, por ejemplo, irían incluidas en este concepto...— es contingente, no necesaria, y, por tanto, perfectamente prescindible. Pero como me consta que tal opinión no es, ni muchísimo menos, compartida por mucha gente, no me queda otra que entrar en el debate sobre la delimitación entre lo que son obras prescindibles y obras imprescindibles. ¿Y qué criterio aplicamos? Bien, veamos. Desde la perspectiva de la historia general del arte cinematográfico —ya sé, suena un poco pomposo, pero son exigencias del guión...—, supongo que el ¿95, 96, 97? por ciento de las películas que se estrenan todos los años son perfectamente prescindibles, en la medida en que nada significativo aportan al mismo. Pero ¿estarían ustedes dispuestos a rebatirle a ese batallón de mozuelas (hormonalmente, al borde del apocalipsis nuclear) que atiborran sus álbumes de Tuenti y sus fondos de escritorio con las angelicales (y no tanto) imágenes de Ashton Kutcher, la absoluta imprescindibilidad de un film como “Killers”? ¿A que no? Pues eso; yo, al menos, no lo intentaría....
Y es que “Killers”, cuya acumulación de topicazos y memeces por centímetro cuadrado de celuloide debería ser estudiada en un laboratorio, bajo un microscopio, y no en una revista de cine —tal es su desmesurado volumen—, entra de lleno en la simpar categoría de vehículo de lucimiento al servicio de la estrellita de turno —que para eso, y  no otra cosa, pone los cuartos el chaval...—, y sus “tabletosos” y “chocoláticos” abdominales, que luce tan generosa como inopinadamente, a falta de otros talentos más “técnicos” que esgrimir. Y es que a esta joven promesa, que cada día es menos joven (a la fuerza ahorcan: el reloj no hay cuenta corriente que lo frene...) y que dejó de ser promesa hace ya bastantes años (y films), confirmando que no hay más cera que la que arde, parece ser que no le basta con ser el ilustre acompañante (conyugal) de otra ex-estrella, como Demi Moore, y se empeña en pepetrar (con la complicidad delictiva de otras gentes del gremio, como la guapísima Katherine Heigl), propuestas en las que no es posible encontrar un solo átomo de talento u originalidad, quizá con el único objetivo de seguir engordando una chequera que no debe andar precisamente tísica, o de promocionar las bondades de los gimnasios angelinos. Él sabrá...
PRONÓSTICO: salvo error u omisión, como decía aquel...

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