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Nunca pensé que llegaría a la entrada 800 del blog, ni menos en el Estado de Alarma que estamos todos, que nos hace estar en casa confinados, viendo el mundo a través de una pantalla electrónica, en vez de poder acercarnos a él, recorrerlo, sentirlo. Además con una gran desazón, ya que la certeza de que somos engañados y manipulados, a un nivel que superó lo obsceno hace ya muchas lunas, es tangible y transparente. Una desinformación que tampoco evitó el mundo de vino, cuando aquella mañana del 20 de marzo, la F.E.A.E. (Federación Española de Enólogos) afirmaba que : el consumo moderado de vino, vinculado al consumo responsable, puedo contribuir a una mejor higiene de la cavidad bucal y la faringe, esta última zona donde anidan los virus durante las infecciones“. Pronto las piedras cayeron sobre ellos, muchas de ellas de oídas, otras basadas en mejores investigaciones sobre el propio COVID-19, que probablemente no estuvieran a su alcance, a la emisión del comunicado. Días después, desde la propia FEAE, se rectificó esta valoración, ya que hoy sabemos bien que el virus solo actúa en la vía respiratoria, siendo su destino final los pulmones, y no la vía digestiva, por la que viaja nuestro amigo el vino.
No hay por tanto, evidencia científica alguna que el vino pueda ser beneficioso para protegerse frente al COVID-19.
En mi caso particular, como bebedor de vino más que ocasional, la idea que el vino pueda ser beneficioso para la salud también me encantaría, sinceramente, y en mi caso particular, así lo es, ya que me hace sentir mejor, libera mis ataduras morales, favorece mi ausente empatía y facilita mis sueños y pesadillas. Pero como antes comenté, me duele que se utilicen falsas artimañas, o directamente FakeNews, para vender más vino. La sensación de ser engañado, más en estos tiempos, acelera nuestros malos pensamientos y nos distancia de la salud física y mental. Sé que el vino tiene sus contraindicaciones, lo sé, pero mientras pueda no alejaré de mí ese cáliz, ni renunciaré a los efectos que me genera. Y por supuesto, cuando hayamos derrotado al virus, lo celebraré con una copa de vino, ojalá tan interesante como este que hoy os traigo, desde el sur de la Ribera del Duero.
Jesus Lazaro en sus viñedosEl Kirios de Adrada Noche 2017 está elaborado por Bodega Adrada Ecológica, desde Adrada de Haza, y perteneciente a la D.O. Ribera del Duero. Es un tempranillo procedente de viñedos a más de 900 metros de altura, una hectárea de extensión, de una edad de 20 años, trabajados en vaso y certificados ecológicos por el CAECYL; tiene un paso posterior por barrica francesa de 23 meses, con una producción de 2700 botellas, habiendo sido embotellado en noviembre de 2019. Presenta un color rojo cereza de capa muy alta, oscuro como el irredento pecado, con ribete grana y lagrima densa y persistente, para un grado alcohólico de 14º. Nariz muy floral, fruta roja madura, moras, cremoso, la madera no se marca, a pesar de no llevar mucho embotellado, arándanos, intensidad media. Entrada amable, predomina la fruta negra madura, aún con el alcohol en proceso de integración, con unos meses más estará optimo, cuerpo medio, alguna nota balsámica, goloso, vainilla, y con un buen juego de la madera nada invasiva. Siempre un muy buen vino, creo que además muy bien domado. Lo guardaría al menos este año. Muy digno para la entrada 800 del blog.
R.
Fuentes:
La Voz de Galicia 27/03/2020 Eduardo Parra
Vinetur 3/04/2020 Redacción
Agencia EFE 27/03/2020 Redacción
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La Carta de Vinos, Por Favor: Atlas de Las Regiones Vinícolas del Mundo