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L'Albufera, otra arrocería de lujo en Madrid

Por Amoras

Empezaremos por un spoiler: en L'Albufera Melia Castilla la paella está bien pero le falta la esencia de la paella de Valencia. Por lo que sea en Madrid gusta el arroz y, también por lo que sea, lo pagamos a precio de oro con tal de poder comer uno como si estuviéramos en Levante. Luego no son tan buenos. Al menos con los arroces secos no se termina de dar en el clavo. En las arrocerías normales la paella o el arroz a banda ni se acerca a los de la costa Valenciana. En las caras, tipo L'Albufera Moraleja (no son muy originales con los nombres) o Saint James, se aproximan bastante, sobretodo en el primero local que es el sitio donde hemos comido la paella más genuina.

Aquí no la preparan mal, los ingredientes son correctos. La judía verde un poco dura, más sofrita que cocida. El garrafón muy bueno y el punto del arroz perfecto. Pero le fallaba algo, el toque, ese sabor que tiene la Paella Valenciana de verdad, la fuerza de los ingredientes en el sofrito con un poco de pimentón. Recalcar que está lograda, es de lo mejor de la capital pero le falta ese punto que hace de la paella uno de los mejor platos del mundo.

L'Albufera, otra arrocería de lujo en Madrid

El local es lujoso, se encuentra dentro del hotel Meliá Plaza de Castilla. Elegante, con servicio exquisito y muy cuidado. Los precios en consonancia, son tirando a altos, pero los arroces son demasiado caros. La paella, por ejemplo, sale por 25 euros la ración. El resto de la carta son entrantes para abrir boca: alcachofas, pulpo, croquetas o tomate ibérico con ventresca y cebolleta que fue nuestra elección (17€); de segundos hay carnes: entrecot, solomillo y chuletitas o pescados: merluza, lubina y rodaballo. En arroces mucha variedad: valenciana, vegana, de bogavante (seco o meloso), negro, del señoret o a banda; además de fideuas de pescado o marinera con fideo fino.

En resumen, es un sitio muy agradable para comer, bien atendido y con buen control de los tiempos. Al sentarte ya te ofrecen algo para beber con un aperitivo y un entrante que en nuestro caso fue un chupito de aguacate con queso y canela. La comida la completamos con un entrante de tomate con ventresca y de postre una tarta de manzana finísima, con el hojaldre recién preparado. La cuenta con estos platos, la paella para tres, dos coca-colas y agua salió por 120€. Caro para un arroz que, aunque merece la pena y está dentro de los buenos de la capital, no es el mejor ni el más sorprendente.

L'Albufera, otra arrocería de lujo en Madrid

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