L'illusionniste (El Ilusionista) fue el tercer film nominado a los Oscars a mejor película de animación. A diferencia de los otros dos, éste es de procedencia europea, más concretamente francés, del director Sylvain Chomet. Mientras Dreamworks y Pixar ofrecían un poco de competición cuyo ganador se sabía desde el estreno de Toy Story 3, L’Illusioniste recibía la nominación como una de las pocas maneras de darse a conocer.
L'illusionniste es la historia decadente de un Ilusionista que viaja a cualquier lugar donde le ofrecen trabajo. El mago poco a poco se dará cuenta de que los tiempos han cambiado y que va siendo prescindible en una sociedad que quiere modernizarse. Solo en un viaje a Irlanda se encontrará una joven, inocente e ingenua que creerá en él y su magia. Ambos emprenderán un viaje juntos por otras partes del mundo para intentar transmitir esa magia olvidada. Los dos personajes serán los protagonistas de un relato que contará con payasos y ventrílocuos en el paro, subsistiendo en la misma pensión que los protagonistas. Dos personalidades las del ilusionista (gran parecido físico con el cómico Jacques Tati, realista pero ilusionado aun para mostrar su "magia"; y la de Alice, una joven que vive en un mundo de fantasías se retroalimentarán formando una dupla única.
Chomet es un director peculiar, sus películas no son películas que consuman el gran público. Son films que apenas poseen diálogo, y reconozco que si no sabes lo que vas a ver sorprende un poco. En esta ocasión con El Ilusionista pretende hacer un gran y sentido homenaje a Jacques Tati, cuyo guión adapta. Para los que no estén familiarizados con él, Tatí fue un mimo y cómico francés que creó un personaje memorable M. Hulot, un tío solterón que no se acostumbra a la creciente modernidad de los años 50 y 60.
L’illusionniste es una película nostálgica. Transmite la nostalgia de un clasicismo aplastado por la actual modernidad; nostalgia por esa época en que todos creíamos en la magia. Nos presenta un mundo caduco de ventrílocuos, payasos e ilusionistas que son totalmente abandonados. Un sector que deja de ser el encargado de entretener a las masas y se queda sin trabajo, sin ilusión y sin saber cómo seguir.Se puede interpretar como ese homenaje a esos cómicos como Jacques Tati que hacían simple, la comedia. Una comedia con humor blanco que hoy en día no tiene cabida dentro de una cartelera llena de comedias de humor zafio.
L’illusionniste es un film con una animación tradicional con impresionantes y cuidados dibujos de acuarela que nos vuelve a recordad esa tradición, ese clasicismo en oposición a las nuevas películas animadas en 3D y hechas totalmente en ordenador. Y no solo en la técnica, la película sirve perfectamente de reclamo por el cine tradicional ante las últimas novedades que en muchas ocasiones pervierten el producto. Destacar también una cuidada banda sonora que hace de contrapunto y acentúa el dramatismo de la película.
Personalmente creo que la película solo tiene un pero, una pequeña mancha que impide que sea una gran película. Y es que L’illusioniste es excesivamente pesimista. No deja lugar a la ilusión final, mata toda pizca de esperanza. Y abandona la idea que en un futuro las cosas pueden mejorar. De esta manera estamos delante de una película que transmite muchísimo, pero excesivamente deprimente. SPOILER Me parece demasiado extremo el hecho de quitar la ilusión a una niña cuando no “hace crecer el lápiz de color”, en la última escena cuando el simple hacerse mayor uno ya ve la triste realidad FIN SPOILER
Como conclusión podemos decir que L’Illusioniste ha sido la tapada de los Oscars. Y aunque no se haya llevado el reconocimiento, para mí es la mejor película de animación del año. Una animación para adultos, sin grandes diálogos, pero con grandes imágenes y dibujos que transmiten muchísimo más que la mitad de actores que trabajan en Hollywood. Preciosa, detallista, nostálgica pero excesivamente pesimista, deprimente y desesperanzadora; aunque siempre permanece ese toque mágico, ese CINE en mayúsculas
Nota: 8’5/10