La actividad sexual y la fibromialgia

La actividad sexual juega un papel importante en la formación de la identidad individual, los lazos sociales y nuestras relaciones más íntimas. La fibromialgia y el dolor crónico pueden afectar al sexo y la intimidad en una relación.

Disminución de la libido, alteración de la sensibilidad, la fatiga o debilidad, disfunción de la vejiga genital o intestinal y el dolor durante el coito puede ser algunas causas de la insatisfacción sexual. Factores fisiológicos, psicológicos y farmacológicos pueden afectar cualquiera o todas de las cuatro fases de la respuesta sexual-deseo (libido), excitación, orgasmo y plenitud.

Disminución de la libido en la actividad sexual

La disminución de la libido es una de las preocupaciones más comunes. Esto puede estar relacionado con su enfermedad, la fatiga, los efectos secundarios de la medicación, la depresión, los desequilibrios hormonales, o problemas de imagen corporal. Otras razones por las cuales las personas pueden carecer de deseo sexual son la falta de atracción por su compañero, la ira en la relación, conflictos interpersonales, el miedo a la cercanía debido a una enfermedad, la vulnerabilidad con la intimidad, e incluso una solución pasiva-agresiva de desequilibrio de poder. Profesionales de la salud pueden proporcionar información sobre la naturaleza del problema del deseo. El tratamiento depende de la causa subyacente.

Sensación de alteración genital

Las sensaciones de alteraciones incómodas genitales incluidos el ardor, el dolor u hormigueo pueden aliviarse con medicamentos de venta con receta. La disminución de la lubricación vaginal puede ser aliviado con lubricantes a base de agua, tales como la jalea KY, Astroglide o Replens, aplicada durante la actividad sexual.

La sensación de alteración genital puede desafiar a una mujer a explorar su cuerpo por zonas alternativas y sensuales. Si tienes una pareja, pueden explorar estas zonas juntos. El foco debe estar en la estimulación de la zona elegida sin planes de trasladarse a otras áreas o tener relaciones sexuales. Estos ejercicios ponen el énfasis en la intimidad y el placer por encima del objetivo de rendimiento y el orgasmo.

Fatiga o Debilidad

La pareja puede ser capaz de identificar en que momentos del día se tiene la mayor cantidad de energía, a menudo depende de los patrones de sueño y de la administración de la medicación. Las técnicas de conservación de energía se concentran en tomar siestas. Sus expectativas para tener encuentros sexuales espontáneos debe ser re-dirigida a permitir una mayor planificación para la actividad sexual. Es importante que ambas partes reconozcan que una mujer con fibromialgia pueden necesitar más tiempo y atención para excitarse.

Vejiga / disfunción intestinal

El vaciado de la vejiga u orinar antes de la actividad sexual a veces puede prevenir la micción durante el acto sexual. Evitar la estimulación genital o anal intensa cuando se tiene un intestino lleno ayudará a evitar un movimiento intestinal no programada durante la actividad sexual. Láminas de protección o toallas pueden disminuir su preocupación por los intestinos o de descarga involuntaria. La fisioterapia del suelo pélvico a veces puede mejorar el control de la vejiga y del intestino. Algunos medicamentos pueden ayudar a controlar la incontinencia mediante la reducción de los espasmos de la vejiga y la uretra.

Las relaciones sexuales dolorosas

El dolor durante las relaciones sexuales puede ser gestionado mediante la programación de actividades sexuales cuando los síntomas son menos problemáticos. Los medicamentos antiespasmódicos que ayudan a controlar el dolor pueden ser tomados antes de la actividad sexual. Experimentar con posiciones y actividades sexuales, puede reducir al mínimo las relaciones sexuales dolorosas. Informe a su pareja lo que le siente bien y lo que le es doloroso. Anime a su pareja a participar en otras actividades sexuales, eróticas e íntimas que no impliquen el coito o el orgasmo.

Factores psicológicos

Con el tiempo, las personas con dolor crónico a menudo cambian la forma en que se ven a sí mismos. Con frecuencia sienten que no están contribuyendo a la familia o a la sociedad. A medida que disminuye la autoestima y el deseo sexual, los sentimientos de conveniencia también disminuyen. La depresión, la ansiedad, el miedo, la culpa y el resentimiento contribuyen a la pérdida del deseo y de la confianza en sí mismo en el rendimiento sexual. Discutir estas preocupaciones con un profesional de la salud sería lo más recomendable.

Factores farmacológicos

Los medicamentos utilizados para tratar el dolor puede disminuir la libido o pueden inhibir la función sexual causando cambios en el flujo sanguíneo, hormonas, o el sistema nervioso. Antidepresivos, antihistamínicos, sedantes y antiespasmódicos pueden alterar la función sexual. Discuta estas preocupaciones con su médico ya que algunos medicamentos pueden tener menos efectos adversos que otros.

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Sugerencias para una relación más satisfactoria:

Comunicación abierta.

Las relaciones sufren de falta de comunicación. Dígale a su pareja “Realmente echo de menos nuestra vida sexual.” Amar sin condiciones, hacer un compromiso para comprender cómo la fibromialgia afecta a ambos y seguir manteniendo el sentido del humor. Sé agradecida con tu pareja y a disfrutar uno del otro.

Vuelve a descubrir el romance.

El estado de ánimo entre la pareja necesariamente debe ser relajado y romántico. Programa una cita nocturna con tu pareja, usa música suave. Tomarse de las manos, besarse, tener un masaje con tu pareja o pasar tiempo juntos en un jacuzzi pueden ser excelentes formas de intimidad. Tómese el tiempo para encontrar posiciones sexuales que producen el menor dolor y haga uso de almohadas.

Proporcionar un ambiente cómodo.

Las corrientes de aire pueden aumentar el dolor muscular por lo que es imprescindible disfrutar de una temperatura ambiente confortable. Es posible que necesite más tiempo y atención para excitarse y no debe ser abordada cuando físicamente esté agotada.

Asesoramiento profesional.

Si la fibromialgia interfiere en este proceso de amor de pareja, entonces ambas partes deben reconocerlo y establecer un compromiso de que esta interferencia sólo será temporal a medida que aprendan a redefinir su intimidad. Un terapeuta sexual calificado puede proporcionar un ambiente propicio para que la pareja pueda discutir los problemas y las preocupaciones sexuales en cuanto a su relación íntima. La intimidad sexual refuerza la proximidad y el enlace físico de la pareja. La insatisfacción en el aspecto sexual de una relación y la pérdida de intimidad y confianza compartida, puede llevar a sentimientos que ponen en peligro la relación total. Un profesional de la salud puede proporcionar un mejor enfoque para el tratamiento relacionado con la naturaleza del problema sexual.