El valor literario es complejo de apreciar, desde una realidad tan diferente a la nuestra y pasando por una traducción, pero al menos como documento social tiene un inmenso valor. Por "La acusación" pasan todo tipo de personajes , desde muy humildes trabajadores de las factorías hasta los prebostes del Régimen. Todo contado con un trazo de verosimilitud que a veces impresiona, muy alejado de la parodia (a pesar del Pulitzer) de "El huérfano" de Adam Johnson, que ya reseñamos aquí.
Consigue que creamos que allá, nadie está a salvo, nadie puede descansar. Todo el mundo puede ser culpable.