Las redes sociales pueden servir para hundir un negocio por las críticas negativas…
… O para hacer que crezca la clientela en un abrir y cerrar de ojos gracias a los comentarios positivos.
La protagonista de esta historia se llama Kellet Blue Kindel, y el hecho de tener dos perros bastante peludos ha conseguido que una de sus publicaciones en Facebook de la vuelta al mundo. “Espero sinceramente que este post se haga viral, porque voy a contar una de las mejores experiencias de servicio al cliente de mi vida”, escribió.
Todo comenzó cuando Kellet compró un abrigo por internet. Ya sabéis que las compras online no siempre son acertadas en cuanto a talla, modelo… pero también el material del que esté hecho el producto puede ser un gran punto a tener en cuenta para realizar nuestra elección, y lo que le pasó a Kellet es que el material del que estaba hecho aquel abrigo no era compatible con el pelo que soltaban sus mascotas.
Como cualquier persona que no queda satisfecha con su adquisición, Kellet se puso en contacto con el establecimiento para informarse sobre qué debía hacer para devolver su compra.
Un empleado llamado Patrick descolgó la llamada al otro lado del teléfono, el joven le explicó que el dinero le sería devuelto de inmediato, pero en el momento en que Kellet preguntó dónde podía enviar el paquete, aún sin abrir, de vuelta, Patrick respondió: “Por favor, no envíe nada de vuelta. Si conoce a alguien que pueda necesitar el abrigo este invierno o si desea donarlo a una organización benéfica, a nosotros nos haría muy felices”.
La joven al principio pensó que estaba bromeando, pero al darse cuenta de que la respuesta era totalmente en serio, sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción.
Al final de su relato, Kellet confesó que esta tienda, Zulily se llama, le parecía increíble antes, pero que a partir de este momento, va a ser clienta suya de por vida. Y añadió: “El mundo necesita más amor como este. Negocios honestos y una ética honesta…”.
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