Es lo que popularmente llaman alergia al sol, una de las enfermedades de la piel causada por la luz solar y que se muestra en la piel en forma de pequeños granitos rojos que pican. Se trata de una erupción muy común ya que afecta hasta el 20% de la población, pero particularmente tiene una afectación en mujeres jóvenes de hasta 35 años.Es habitual que aparezcan estos granitos en aquellas personas con una piel sensible y que ven como, unas horas después de tomar el sol, aparece esta erupción en la piel, especialmente en el escote, los hombros, los brazos y las piernas. Por suerte la cara no es la zona principal de afectación de la alergia del sol.Aunque normalmente suele ser una pequeña erupción, puede llegar a desencadenar en algo más grave, donde el picor es más extenso y las zonas afectadas mayores. Es por eso que se recomienda visitar el dermatólogo para que se asegure del tipo de alergia que sufres y descartar otras enfermedades de la piel.
¿Cómo se previene la alergia al sol?
La principal medida preventiva que puedes hacer es evitar toda exposición al sol, o si lo haces hacerlo con la protección solar de una crema de alta gama. También existen algunos consejos que puedes seguir para minimizar los riesgos cuando tomas el sol.Hay que evitar las horas de máxima exposición solar. Esto significa que de 12h a 16h no debes tomar el sol, o hacerlo durante poco tiempo y siempre con la crema de protección solar en tu piel. Se recomienda que permanezcas un máximo de media hora bajo los efectos del sol, ya que pasarse más tiempo suele ser perjudicial para la piel.Cada dos horas aproximadamente es conveniente aplicar otra loción de crema protectora, aunque existen cremas, como el P-20 que tienenuna gran duración, incluso resistiendo al agua y suponen una gran protección para tu piel y un gran ahorro para tu bolsillo.