Revista Salud y Bienestar

La deshidratación afecta a la conducción.

Por Meprotejodelsol @meprotejodelsol
La deshidratación afecta a la conducción.
Los largos viajes en coche, o si por motivos de trabajo pasas muchas horas conduciendo, no debes olvidar mantener una correcta hidratación, ya que una persona deshidratada comete los mismos errores al volante que un conductor bajo los efectos del alcohol.

El consumo de agua es imprescindible y especialmente importante durante la conducción, ya que con una deshidratación leve, que supone la pérdida de entre el 1 y el 2 por ciento del agua de nuestro organismo, se reduce notablemente la capacidad física y cognitiva y pueden aparecer problemas cardiovasculares y termorreguladores. Cuando la pérdida llega hasta el 4 por ciento aparecen síntomas como dificultades para concentrarse, dolor de cabeza y somnolencia, que pueden agravarse si progresa la deshidratación.

Los errores más comunes cometidos por los conductores que no están bien hidratados o que tienen un nivel de alcohol en sangre de 0,8 g/l son la salida involuntaria del carril, frenar demasiado tarde y salir, tocar o rebasar la línea del arcén. La deshidratación disminuye la capacidad de atención y de reacción ante un imprevisto, sobre todo cuando hacemos una conducción aburrida que requiere poca atención en una autopista a una velocidad moderada.


Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el año pasado hubo un aumento de 5,5 millones de viajes de largo recorrido por carretera, una cifra que muestra la importancia de que los conductores tengan unas condiciones óptimas antes de ponerse al volante. Muchos de estos conductores prefieren no beber durante el viaje para evitar las visitas al servicio, aunque lo ideal es hidratarse adecuadamente durante las paradas. Además, durante el verano, las altas temperaturas, la humedad y el abuso del aire acondicionado también favorecen la pérdida de agua por la sudoración.La cantidad de líquido que se debe consumir varía según la persona e influyen factores como el calor, la dieta, el tipo de vida, la edad y la actividad física. Es recomendable beber cada dos horas un vaso de agua o una bebida equivalente.

Aquí os damos cuatro consejos básicos:Realizar una ingesta de líquidos adecuada: El consumo de agua se puede combinar con otras bebidas como los zumos, la leche, los refrescos, el café y el té, que contienen más de un 85 por ciento de agua y constituyen una importante fuente de hidratación.


Elegir bebidas con cafeína para combatir el cansancio: El café y las bebidas con cola pueden ayudar a mantenerse despierto, aunque siempre hay que controlar el aporte calórico. Cuando incorporamos cafeína, como en el caso de un café, mejora la atención y el rendimiento, sobre todo el intelectual, no tanto el físico.
Parar cada dos horas: Durante un viaje de largo recorrido se recomienda realizar una parada cada dos horas para estirar las piernas y reponer líquidos, muy especialmente si se tiene sed, aunque no es aconsejable esperar a tenerla para beber.
Examinar la orina: La orina de una persona bien hidratada muestra un color amarillo claro, mientras que si es más oscura puede indicar que estamos levemente deshidratado.

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